Los días de angustia financiera para los hipotecados a tipo variable pueden estar tocando a su fin gracias a la espectacular caída del euríbor. En octubre, este indicador ha sufrido su descalabro más significativo en casi 15 años debido a dos factores clave: su comparación con el mismo mes del año pasado, cuando tocó su punto más alto, y la reciente reducción de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo —la tercera este año— que promete continuar en futuros encuentros. Así, el euríbor cerró octubre en un sorprendente 2,691%, marcando el mayor descenso interanual desde diciembre de 2009.

Esto se traduce en un gran ahorro para los propietarios que revisen sus hipotecas en este momento. Para una hipoteca media, que es de aproximadamente 140.451 euros a pagar en 23 años, los nuevos datos revelan que con un diferencial de un punto se podría conseguir una reducción de 126 euros mensuales, lo que contaría como un aliciente vital para muchas familias en estos tiempos inciertos. Esa cifra, que equivale a 1.515 euros al año, podría utilizase para incrementar el consumo, reducir la deuda familiar amortizando hipoteca o invertir en productos de ahorro que generen rentables retornos.

Este no es un fenómeno pasajero. Octubre marca la séptima caída mensual consecutiva del euríbor, siendo esta la segunda más pronunciada después de la de agosto. De las 23 sesiones del mes, el euríbor bajó en 17, y sólo subió en seis ocasiones. Antonio Gallardo, reconocido experto en economía de Asufin, sugiere que la reciente política monetaria ha sido un punto de inflexión. “El euríbor pasó por dos fases este mes: una antes de la reunión del BCE [el 17 de octubre], donde comenzó a subir hasta un 2,82%, y otra posterior, en la que hubo un consenso más claro en el mercado sobre bajadas más rápidas y significativas”, explica.

La debilidad del crecimiento en la zona euro y las cifras positivas sobre inflación han abierto el camino al euríbor. Gallardo menciona que “los tipos de interés podrían estar alrededor del 2,5% en el próximo año [actualmente están en 3,25%], lo que sugiere un euríbor aún más bajo”. Algunos análisis ya anticipan que el euríbor podría caer al 2% para el segundo semestre de 2025. Sin embargo, el economista advierte que persisten preocupaciones por un posible estancamiento económico y las tensiones en Oriente Medio que podrían influir en los precios del combustible.

A pesar de eso, el crecimiento del PIB de la Eurozona ha superado las expectativas, registrando un aumento de cuatro décimas en el tercer trimestre, lo que podría ofrecer un pequeño respiro al BCE. Fráncfort ya prevé un repunte en la inflación para este último trimestre, debido al efecto base relacionado con la energía, con el último dato mostrando un aumento del 1,7% al 2% en octubre. Aun así, el debate se centra ahora en la magnitud de las próximas bajadas de tipos en diciembre, que podrían ser de 25 o 50 puntos básicos.

El economista Javier Santacruz no prevé grandes obstáculos para la tendencia bajista del euríbor. “Las cosas están promoviendo el camino esperado, y quizás se acelere un poco hacia fin de año con la posible reducción de tipos. La tendencia es irreversible, ya que las tensiones inflacionarias están controladas y el ritmo de crecimiento de la oferta monetaria es considerable. La M3 está creciendo alrededor del 3% interanual”, señala.

Además, se espera que la bajada del euríbor facilite el acceso a hipotecas, permitiendo así que personas con salarios más bajos puedan librarse de los altos alquileres. Con las cuotas hipotecarias más asequibles, muchos podrían cumplir los requisitos de las entidades financieras, que generalmente no permiten que el pago de la hipoteca supere el 40% del salario. Asimismo, los bancos están ofreciendo atractivas condiciones incluso para quienes poseen mejores perfiles crediticios, como hipotecas fijas cercanas al 2% TIN. Según Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro, esta situación beneficiará también a los ingresos más altos.

Sin embargo, Santacruz advierte que hay otros factores en juego que podrían frenar un repunte en las compraventas. Aunque se han animado las firmas de hipotecas en los últimos meses, el proceso de desapalancamiento de las familias en España podría complicar el acceso a nuevas deudas, lo que haría más difícil un repunte en el mercado inmobiliario. Las familias están optando por reducir su endeudamiento, por lo que habrá que ver cómo evoluciona la situación en este contexto económico tan volátil.