El campo de refugiados de Yabalia, el más grande de Gaza, ha sido objeto de nuevos y devastadores bombardeos israelíes este domingo, dejando al menos 33 muertos, incluyendo varios niños, según informes de las autoridades sanitarias de Hamás. Con un total de 51 palestinos fallecidos en solo unas pocas horas, la cifra total de víctimas mortales en la Franja de Gaza ha superado los 43,600 desde el inicio del conflicto, de los cuales casi el 70% son mujeres y niños, según declaraciones oficiales de la ONU.

La situación en Yabalia, ubicada en la parte norte del territorio, ha sido descrita como la más crítica en términos de crisis humanitaria. En medio de una ofensiva militar masiva —la tercera desde el inicio de la guerra—, el director del hospital Kamal Adwan, Husam Abu Safieh, ha solicitado urgentemente la llegada de suministros esenciales y la reanudación de servicios de ambulancia, además del levantamiento del asedio en el norte de Gaza. La ONU ha alertado sobre casos de desnutrición y hambruna inminente, aunque estos informes no son una sorpresa dada la grave situación que se vive en la región.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha declarado que Israel está permitiendo la entrada de solo 30 camiones con ayuda humanitaria por día, representando apenas el 6% de lo que necesita la población en Gaza. Philippe Lazzarini, jefe de UNRWA, ha señalado que el uso del hambre como herramienta de guerra por parte de Israel es una situación ya creada de forma intencionada. El Comité de Revisión de Hambruna (FRC) ha emitido una fuerte advertencia sobre la "probabilidad inminente" de una hambruna y ha enfatizado la necesidad de tomar "medidas urgentes" para aliviar esta catástrofe humanitaria.

Sin embargo, las autoridades israelíes rechazan estas afirmaciones, argumentando que las predicciones del FRC suelen ser "sesgadas" y que nunca se materializan, según ha comentado la Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT).

Recientes informes de medios israelíes sugieren que hay intenciones de vaciar la población del norte de Gaza y obstaculizar su regreso. Israel ha continuado con evacuaciones forzosas y mantiene restricciones severas en la entrada de alimentos, agua y medicinas.

Además, los combates se han extendido a la frontera libanesa. Este domingo, Israel atacó nuevamente a los paramédicos en el Líbano, resultando en la muerte de tres de ellos en Adlun, en el distrito de Saida, al sur de Beirut, lo que intensifica la preocupación por la seguridad de los trabajadores de rescate. En la noche anterior, otros siete paramédicos habían perdido la vida por bombarderos israelíes.

El conteo de víctimas fatales en Líbano a causa de los ataques de Israel ha alcanzado la alarmante cifra de 3,189, mientras que más de 14,000 personas han resultado heridas desde que se intensificaron los combates en octubre de 2023. La violencia ha disparado la tensión en toda la región, y sigue aumentando el temor de una expansión del conflicto en Oriente Medio.

La comunidad internacional se enfrenta una difícil tarea para abordar esta crisis humanitaria, y la presión aumenta para que se logren soluciones inmediatas y efectivas antes de que la situación se torne irreversible.