José Luis Borau fue un cineasta polifacético: director, productor, guionista e incluso actor. A lo largo de su carrera, se involucró en películas que desafiaban las normas de su tiempo, como 'Mi querida señorita', de Jaime de Armiñán, y 'Un, dos, tres... al escondite inglés', de Iván Zulueta. Sin embargo, 'Furtivos' se erige como su obra maestra, un auténtico exponente del cine de autor.

El guion de 'Furtivos', coescrito con Manuel Gutiérrez Aragón, narra la conmovedora historia de Ángel, un cazador furtivo que habita junto a su madre en un remoto bosque. Este mundo aislado se rompe cuando un día Ángel decide bajar a Madrid, donde en el Rastro conoce a Milagros, una mujer marcada por su pasado en un reformatorio y por su relación con un peligroso delincuente conocido como 'El Cuqui'.

Atraído por ella, Ángel la lleva a su hogar, donde comienza a florecer un romance. Sin embargo, la madre de Ángel desconfía de Milagros y la recibe con hostilidad, intensificando la tensión que se transformará en una trágica conclusión.

La película no solo destacó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde fue aclamada por la crítica, sino que también supuso un hito en la carrera de Lola Gaos, quien ofreció una conmovedora interpretación que ha perdurado en la memoria colectiva. Lo fascinante de 'Furtivos' es cómo Borau logró contar esta historia de amor y conflicto familiar en un contexto de censura, lo que le valió el reconocimiento y el cariño del público.

El legado de 'Furtivos' continúa vivo, y su influencia se puede ver en el cine contemporáneo español. Sin lugar a dudas, es una obra que merece ser revisitadas por sus poderosos mensajes sobre la libertad, el amor y la tragedia.