La tarde de este miércoles, la iglesia de Jesús Obrero, ubicada en la barriada de Cerro de Reyes en Badajoz, y el cementerio de Nuestra Señora de la Soledad, conocido como Cementerio Nuevo, fueron escenario de un amplio dispositivo policial. La Policía Nacional y la Guardia Civil mantuvieron un fuerte control en la zona durante el funeral y el posterior entierro de Jesús R. S., un hombre de 53 años que fue asesinado el lunes en la carretera de la Corte de Peleas.

El funeral tuvo lugar en la parroquia del barrio donde residía la víctima, y fue presenciado por una multitud de familiares y amigos que se congregaron para rendir homenaje. Tras el acto religioso, todos los vehículos policiales se trasladaron al cementerio para garantizar la seguridad durante el entierro. La policía permaneció en el lugar mucho tiempo después de que los coches fúnebres partieran, vigiando la salida de los asistentes.

La justificación de la presencia policial se basa en la necesidad de prevenir posibles altercados, dado que este es el segundo asesinato en Badajoz en un intervalo de diez meses, y ambas víctimas pertenecen a la misma familia. El difunto, Jesú R. S., era suegro de la víctima de un asesinato previo: un joven de 34 años que fue acribillado en un bar en febrero mientras desayunaba con su esposa, hija de Jesú, quien resultó herida leve.

El dispositivo de este miércoles involucró al menos una decena de vehículos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil (Usecic), encargada de la investigación del crimen, junto con la Policía Judicial y otros cuerpos de la Policía Nacional. Las autoridades mantienen la alerta y despliegan recursos adicionales para garantizar la seguridad en la comunidad.

El último asesinato tuvo lugar el pasado lunes, 30 de diciembre, alrededor de las 14:30 horas. La víctima, que viajaba en un Volkswagen negro en dirección a la urbanización de Tres Arroyos, fue atacada cuando redujo la velocidad para ingresar a la urbanización. Un vehículo que le adelantó se colocó a su lado y el copiloto le disparó al menos tres veces. Como resultado, el coche del fallecido se salió de la carretera, recorriendo unos veinte metros en la cuneta antes de chocar con un monolito de ladrillo marcado con el nombre de la urbanización. Lamentablemente, cuando llegaron los servicios de emergencia ya era demasiado tarde para salvar su vida.

El clima de inseguridad y tensión en Badajoz ha llevado a los residentes a cuestionarse sobre la seguridad pública y la creciente violencia en la región, especialmente al tratarse de un conflicto familiar donde las víctimas han sido parte de una misma familia. Las autoridades están trabajando arduamente para esclarecer los hechos y capturar a los responsables de este trágico suceso. ¿Qué más se esconde detrás de este inquietante fenómeno de violencia en Badajoz?