Hansi Flick ha estado todo un fenómeno desde que se unió al FC Barcelona, involucrándose activamente en el entorno del club desde antes de firmar su contrato. Su aventura comenzó en Manchester, donde tuvo conversaciones estratégicas con Pep Guardiola y disfrutó de una comida con Domènec Torrent. Una vez que se convirtió en entrenador blaugrana, fue testigo de la victoria del Barça en la Champions de balonmano en Colonia y celebró la Diada catalana en septiembre, demostrando así su total compromiso con la cultura del club.

Desde el vestuario, Flick ha sido descrito como un entrenador cercano y a la vez exigente, conocido por su sentido del humor y por aportar un cambio en la filosofía del equipo. Una de las principales diferencias respecto a su predecesor, Xavi Hernández, es en cómo maneja la puntualidad: en lugar de imponer multas por tardanzas, ahora los jugadores 'pagan' con minutos menos de juego.

Durante la pretemporada en Estados Unidos, Flick hizo una petición curiosa a Joan Laporta. Al principio, Laporta y otros directivos asistieron a las prácticas vestidos de traje, como es habitual. Sin embargo, Flick, en un intento por fomentar un ambiente más relajado y accesible, sugirió que se presentaran de manera más informal. En una muestra de apoyo a su técnico, Laporta decidió acudir a la US Naval Academy de Annapolis con el chándal del club, disfrutando de la dinámica de los entrenamientos y aprovechando para intercambiar opiniones con otros directivos.

Estas acciones no solo reflejan la cohesión entre el cuerpo técnico y la directiva, sino que además sentaron las bases de un nuevo proyecto en el que se busca no solo mejorar el rendimiento del equipo en el campo, sino también generar un ambiente de trabajo más ameno y estimulante. ¡El nuevo capítulo del Barça promete ser emocionante!