Las fuerzas de seguridad del nuevo Gobierno interino de Siria han completado una significativa operación en la ciudad de Homs, que se inició hace cuatro días, orientada a capturar a miembros del antiguo régimen del derrocado presidente Bachar al Asad. Esta información ha sido confirmada por la agencia de noticias oficial siria, SANA.

Durante la operación, conocida como "campaña de peinado", las autoridades centraron sus esfuerzos en la búsqueda de armamento oculto y en la detención de individuos involucrados en actividades criminales que han afectado al pueblo sirio durante más de trece años de conflicto. Se llevaron a cabo diversas redadas en distintos barrios, logrando desmantelar varios almacenes de armas.

A pesar de que SANA no ha proporcionado cifras concretas sobre las detenciones, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha reportado que al menos 500 personas fueron arrestadas en solo 48 horas de esta operación. Se han planteado preocupaciones serias sobre el trato recibido por algunos de los detenidos, quienes, según informes, fueron sometidos a maltrato y tortura, incluyendo a oficiales del antiguo régimen de Al Asad.

Además, se ha revelado que los capturados serán transferidos a las autoridades competentes para evaluar los crímenes que han cometido desde el inicio de la guerra en 2011. Algunas personas han sido liberadas, pero se mantiene un alto número de arrestados a la espera de juicio. Este operativo es parte de un esfuerzo más amplio del nuevo gobierno por consolidar su control y combatir la impunidad de los antiguos funcionarios, lo que ha generado un clima de incertidumbre y tensión en la región.

Los analistas políticos sugieren que este tipo de acciones no solo busca justicia, sino que también podría ser una táctica del gobierno para ganar legitimidad y apoyo popular en un contexto donde la desconfianza hacia los líderes es palpable. La situación en Siria sigue siendo volátil, y el futuro político del país parece más incierto que nunca.