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Final Revelador de 'Adolescencia' en Netflix: ¿Qué Hay Detrás de un Crimen?

2025-03-27

Autor: Carmen

La miniserie 'Adolescencia', uno de los estrenos más impactantes de Netflix en lo que va del año, ha captado la atención del público y la crítica. Dirigida por Philip Barantini y escrita por Stephen Graham y Jack Thorne, la historia se adentra en las sombrías consecuencias de un crimen perpetrado por un adolescente en un pequeño pueblo inglés. Consta de cuatro capítulos magistralmente filmados en plano secuencia, lo que sumerge al espectador en un intenso drama que afecta a toda una comunidad.

La trama inicia con el violento asalto de un equipo SWAT a una vivienda familiar para arrestar a Jamie Miller, un joven interpretado por Owen Cooper, quien es acusado de asesinar a sangre fría a una compañera de la escuela utilizando un cuchillo. Desde el momento de su detención, la serie desglosa, en cuatro actos, el impacto de este crimen: desde su primera noche en la comisaría hasta la vida de su familia tras el arresto.

Cada episodio presenta una perspectiva diferente y, aunque no contempla todos los detalles del proceso judicial, los saltos temporales ofrecen al espectador una visión de la evolución de la investigación y permiten llenar los vacíos narrativos. Es importante destacar que Graham aclara que 'Adolescencia' no se basa en un caso real específico, lo que puede dejar al público con un mar de dudas al finalizar la serie, evidenciando su carácter interpretativo y reflexivo.

El lado oscuro de las redes sociales

La serie comienza mostrando la incredulidad de la familia de Jamie y evoluciona hacia el dolor que genera el asesinato de Katie, eligiendo el entorno escolar como escenario clave a partir del segundo episodio. En esta etapa, el inspector Bascombe (Ashley Walters) y la sargento Frank (Faye Marsay) evidencian cómo las redes sociales desempeñaron un rol crucial en la tragedia, sugiriendo la normalización de la violencia y problemas como la crisis de salud mental y la masculinidad tóxica.

Adolescencia invita a reflexionar sobre los hechos que pueden llevar a un joven a cometer un crimen tan devastador. En el tercer episodio, se muestra a Jamie bajo la presión de las expectativas sociales y las influencias externas, lo que da pie a considerar factores que radicalizan a los adolescentes; una realidad que muchos en la sociedad parecen ignorar.

Un final lleno de incertidumbre

El episodio final transcurre más de un año después del arresto de Jamie, quien se debate entre declararse culpable en el juicio. Esta eventualidad impacta profundamente a su familia, especialmente en el día del cumpleaños de su padre, interpretado por Stephen Graham. La perspectiva de Eddie Miller es central: desde el desprecio hacia su furgoneta vandalizada hasta la acumulación de tensión que explota en el cuarto de su hijo.

Mientras intentan disfrutar de un día de celebración, su salida al centro comercial refuerza que escapar del juicio público no será fácil. Los padres se cuestionan sobre su papel en la crianza de Jamie y las decisiones que los llevaron a este desenlace trágico, dejando interrogantes que atormentan al no poder ofrecer una explicación clara sobre lo sucedido.

Las influencias externas juegan un papel crucial en la historia. La entrega de un ordenador a Jamie resulta ser un punto decisivo; el chico termina pasando más tiempo en línea que en el mundo real. Mientras sus padres creían que su hijo estaba bien, desconocían la toxicidad que lo rodeaba en internet: mensajes nocivos, hostigamiento virtual y un entorno repleto de ideas erróneas que pueden resultar letales para un adolescente.

La educación que recibieron Jamie y su hermana mayor fue la misma, pero él se convirtió en un asesino a los 13 años. A pesar de que las influencias familiares son vitales en el desarrollo, esta historia muestra cómo factores externos pueden tener efectos mucho más significativos. Al final, el profundo arrepentimiento de los padres se materializa en una desgarradora escena donde Eddie Miller consuela a un peluche de su hijo, simbolizando su dolor y la impotencia de vivir con el recuerdo de lo que pudo haber sido. El mensaje es claro: debemos prestar atención a nuestros jóvenes para evitar que se conviertan en los monstruos del mañana.