El fallecimiento de un titular de cuenta bancaria no solo trae consigo el dolor de la pérdida de un ser querido, sino también una serie de responsabilidades administrativas que deben afrontarse. Cuando una persona fallece, es crucial gestionar asuntos como la cancelación de servicios, facturas y, por supuesto, las cuentas bancarias que pudiera tener.

Normalmente, estos trámites son llevados a cabo por familiares o la pareja del fallecido. Sin embargo, en situaciones donde la persona no tiene familiares cercanos, es necesario que alguien asuma la responsabilidad de atender estos asuntos. Ignorar la gestión de una cuenta bancaria abandonada puede resultar en sanciones financieras que afecten a los herederos.

Pasos a seguir al fallecer el titular de una cuenta bancaria

Si te encuentras en la desafiante situación de gestionar las finanzas de un ser querido que ha fallecido, el primer paso es identificar sus cuentas bancarias. Puede que no estés seguro si la persona tenía cuentas abiertas o incluso en qué banco. En este caso, es recomendable acudir a la Administración Tributaria española, donde podrás solicitar información sobre los productos financieros del fallecido. Las entidades bancarias están obligadas a informar a la administración sobre sus clientes.

¿Qué sucede con las cuentas abandonadas?

Uno de los riesgos más significativos de no cerrar la cuenta bancaria de un fallecido es que, tras un periodo de aproximadamente 20 años sin movimientos, Hacienda puede considerarla en "presunción de abandono" y retener el dinero. En 2012, el Banco de España indicó que aproximadamente 29 millones de euros fueron ingresados por estas cuentas abandonadas, muchas de las cuales pertenecían a personas que habían fallecido sin que nadie reclamara su existencia.

Consecuencias de no cerrar la cuenta

Los problemas pueden acumularse si una cuenta no se cierra. Pueden generarse cargos y comisiones que los herederos tendrán que afrontar, aunque no existan sanciones directas por no cerrar la cuenta. Por ende, si eres heredero, es fundamental presentar el certificado de defunción, y lo ideal es también tener una copia del testamento.

La Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) aconseja: “Estos documentos, junto con la documentación justificativa de la aceptación y adjudicación de la herencia, son indispensables para demostrar tu condición de heredero, lo que te permitirá realizar cualquier movimiento en la cuenta.”

Una vez que gestiones la documentación necesaria y recuperes el dinero de la cuenta, es recomendable trasladarlo a tus cuentas personales o abrir nuevas cuentas para evitar seguir enfrentando cargos innecesarios.

No dejes que el tiempo juegue en tu contra. Asegúrate de actuar rápido y proteger tu herencia.

¡Aprende más sobre cómo gestionar estas situaciones complicadas y salvaguarda tus finanzas!