El mundo de la moda está de luto tras la triste noticia del fallecimiento de Lola Casademunt a los 93 años. Su legado perdurará a través de su marca, que se ha consolidado como un referente en el sector. Desde hace algunos años, su hija menor, Maite Casademunt, había asumido la dirección de la empresa, llevando el timón creativo de las colecciones que llevan su nombre y la línea premium, ‘Lola Casademunt by Maite’.

La firma no solo ha tenido un impacto significativo en la moda española, sino que también ha expandido sus fronteras, exportando su ropa a diversos países. En España, cuenta con 27 tiendas propias y ha establecido alianzas con cuatro franquicias y 38 espacios en distintas sucursales de El Corte Inglés. Además, sus productos están disponibles en más de 800 puntos de venta multimarca, lo que evidencia su alcance y popularidad.

El anuncio de su fallecimiento destaca que «La Sra. Lola hizo de este, el proyecto de su vida y su ambición, valores y compromiso seguirán siendo nuestro objetivo para hacer que su legado continúe». Lola fue reconocida no solo por su creatividad, sino por su visión pionera y su tenacidad. En sus más de seis décadas en la industria, dejó lecciones valiosas para todos los que la conocieron, convirtiéndose en un faro de inspiración.

La carrera de Lola Casademunt comenzó de manera modesta, fabricando lazos y diademas en su hogar en Cardedeu, antes de dar el salto a la confección de prendas de vestir. La unión con su hija Maite marcó un hito, llevando juntas la marca a nuevas alturas. Las colecciones de Lola se caracterizan por su enfoque en mujeres maduras, cosmopolitas y activas, con diseños que presentan colores vibrantes, capas, transparencias, brillos y estampados audaces como el floral y el animal print. La modelo Nieves Álvarez ha sido su musa y se la ha visto en numerosas ocasiones en la pasarela y en el ‘front row’ de sus desfiles en Cibeles, acompañada de muchas celebridades que han apoyado su trabajo.

Actualmente, la marca también cuenta con una línea de accesorios y calzado, ampliando su influencia en el mundo de la moda. La pérdida de Lola es un recordatorio del impacto que una sola persona puede tener en la industria y en las vidas de muchas mujeres que se han sentido representadas por sus diseños. Su legado continuará inspirando y empoderando a futuras generaciones de diseñadores.