David Lynch, reconocido como uno de los directores más influyentes y visionarios del cine contemporáneo, ha fallecido a la edad de 78 años, según anunció su familia en un comunicado emotivo en su cuenta oficial de Facebook. "Con profundo dolor, informamos sobre el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Pedimos un poco de privacidad en este momento. Su ausencia deja un gran vacío en el mundo. Pero, como él decía, 'Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero'. Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules", reza el mensaje.

Este lamentable suceso llega tras el anuncio el año pasado de que Lynch había sido diagnosticado con enfisema, una enfermedad pulmonar crónica que le obligaba a reposar. Sin embargo, él siempre insistió en que no se retiraría del mundo del cine. Su enfermedad fue noticia en un momento de especulaciones sobre una película que había rodado en secreto, que resultó ser un rumor infundado.

Desde su última obra significativa en 2017, cuando revivió 'Twin Peaks' con una temporada que dejó a los espectadores boquiabiertos, Lynch había estado apartado de la dirección. El impacto de 'Twin Peaks' en la televisión es innegable, marcando una era y cimentando su estatus de culto en la cultura pop.

La película 'Terciopelo azul' (1986), considerada una de sus obras más importantes, exploró la dualidad del ser humano y se convirtió en un referente de cine independiente. Sus imágenes y temáticas han dejado una huella imborrable en la psicología del cine. Lynch fusionó surrealismo, cine negro y terror, dando lugar a un estilo único que se conoce como 'lynchiano', que influenció a una generación de cineastas.

Tras su muerte, directores como James Gunn y Steven Soderbergh expresaron su tributo, pero las palabras de Steven Spielberg resonaron con fuerza: "Las películas de David, como 'Terciopelo azul' y 'Mulholland Drive', revelan un soñador singular y visionario que creó obras maestras. El mundo echará de menos su voz única y original".

A pesar de ser comparado con el maestro del surrealismo español, Luis Buñuel, Lynch siempre negó haber sido influenciado por él, afirmando que su mayor inspiración vino de su ciudad natal, Filadelfia. En su encuentro con estudiantes en Madrid en 2013, señaló cómo la ciudad le fascinaba por su belleza grotesca.

A lo largo de sus décadas de carrera, Lynch dejó su impronta no solo en el cine de autor, sino también en la cultura popular. Su obra abarca desde 'El hombre elefante' (1980) hasta 'Una historia verdadera' (1999), donde mostró una sensibilidad y emocionalidad que contrastaban con su estilo habitual.

A pesar de nunca haber ganado un Oscar por sus películas, Lynch fue reconocido en 2020 con un premio honorífico de la Academia de Hollywood. Su obra fue aclamada en festivales internacionales, donde 'Mulholland Drive' (2001) no solo ganó premios, sino que fue considerada como una de las mejores películas de la historia, según la famosa revista Sight & Sound.

Uno de sus trabajos más controvertidos, la adaptación de 'Dune' (1984), fue recibido con críticas negativas; sin embargo, el tiempo ha demostrado que su enfoque único sigue siendo objeto de análisis y admiración. Sus películas han polarizado a críticos y audiencias, pero siempre han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva del cine.

En este momento de pérdida, el legado de David Lynch permanecerá vivo, navegando entre las sombras y luces de sus visiones cinematográficas. En sus propias palabras, en una de las escenas más memorables de 'Mulholland Drive', lo único que se puede hacer ahora es guardar silencio: “Silencio, silencio, silencio: no hay banda, no hay orquesta. Silencio, silencio, silencio: todo está grabado. Silencio.”