País

¡El Legado de Tarraco Amenaza el Futuro de Tarragona!

2025-01-19

Autor: Francisco

Los restos arqueológicos de Tarraco están frenando el desarrollo del nuevo barrio del Col·legi Sant Pau en Tarragona, un proyecto que lleva más de un año a la espera de informes arqueológicos. La preocupación aumenta entre los propietarios, ya que 334 viviendas están planificadas en una zona afectada por ruinas romanas y un acueducto del siglo XVIII, lo que complica enormemente la construcción en esta entrada crucial de la ciudad.

El presidente de la Asociación de Propietarios, Carlos Segarra, revela que, a pesar de cuatro años de trabajo colaborativo con los técnicos municipales, la incertidumbre persiste y ha generado desánimo. Pero no solo este proyecto se ve afectado; el Pla Parcial 1, que afecta a la Avinguda d’Andorra, también está parado debido a la aparición de valiosos restos romanos.

En octubre de este año, la Comissió Informativa de Territori y Patrimoni decidió archivar el proyecto del PP1 tras hallar importantes vestigios bajo una de las vías, lo que ha hecho que se pierdan planes para 333 viviendas que podrían haber ayudado a aliviar la falta de vivienda en la ciudad.

A raíz de la urbanización romana en Tarragona, cualquier intervención urbana está sujeta a estrictos controles arqueológicos. Todo el subsuelo de la ciudad está catalogado como zona arqueológica bajo la máxima protección cultural, lo que significa que hasta los trabajos más simples, como la reparación de un baño en el Part Alta, requieren la aprobación de la Comissió de Patrimoni de la Generalitat.

El concejal de Territori, Nacho García Latorre, asegura que, aunque estos hallazgos antiguos presentan desafíos, Tarragona se está adaptando a la situación. Sin embargo, esto no es suficiente para satisfacer la creciente demanda de vivienda en una ciudad que necesita urgentemente nuevos espacios residenciales.

Además, existe un debate en curso sobre la posibilidad de redefinir las zonas arqueológicas y revisión de la legislación que data de los años sesenta para permitir un desarrollo más ágil en áreas muy sensibles. Roma dejó su huella en Tarragona, pero ¿es posible equilibrar la preservación histórica con el crecimiento moderno?

El presidente del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya en Tarragona, Jordi Romera, pide un equilibrio: “Es fundamental no perder el legado, pero debemos tener en cuenta que no todos los restos tienen el mismo valor”. La situación es compleja, y cada retraso en la tramitación puede sumar años al proceso y desencadenar incrementos de costos significativos.

La necesidad de mecanismos de compensación para los promotores se convierte en un grito unánime entre quienes abogan por un futuro más sostenible y accesible en Tarragona. Mientras el debate continúa, la ciudad se encuentra en una encrucijada crítica entre su glorioso pasado romano y un futuro incierto lleno de oportunidades, pero también de desafíos.