La comunidad científica y el mundo en general lamentan la muerte de Manuel Elkin Patarroyo, el renombrado científico colombiano que descubrió la primera vacuna sintética contra la malaria. Patarroyo, de 78 años, falleció en su hogar en Bogotá, según informaron fuentes familiares, y su deceso se atribuyó a un paro cardiorrespiratorio.

Nacido el 3 de noviembre de 1946 en Ataco, Tolima, Patarroyo fue un destacado médico de la Universidad Nacional de Colombia, donde dedicó toda su carrera como investigador. En 1987, tras años de esfuerzo e investigación, logró desarrollar una vacuna sintética contra la malaria que ofrecía una protección del 40%. Esta invaluable contribución a la salud pública fue donada a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su distribución gratuita, un gesto que enfatiza su compromiso con la humanidad.

La decana de Ciencias de la Universidad Nacional, Gabriela Delgado, se expresó en redes sociales tras su fallecimiento: "Hoy ha partido un gran científico colombiano: Manuel Elkin Patarroyo. Su legado está representado no solo en su descubrimiento, sino en una generación de investigadores a quienes inculcó el valor de construir país y generar conocimiento. ¡GRACIAS!".

Patarroyo no solo se destacó por su descubrimiento, sino que también dedicó años en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic) a perfeccionar su vacuna y a explorar nuevas fórmulas para otras vacunas. La Universidad Nacional resaltó que Patarroyo obtuvo su título de médico cirujano en 1971 y, al año siguiente, comenzó su carrera como profesor, continuando su labor académica hasta el presente.

Su trayectoria fue reconocida con numerosos premios a nivel nacional e internacional, entre los que se incluye el Premio Príncipe de Asturias en 1994, el Premio Robert Koch de Alemania, así como el Premio León Bernard de la OMS. El impacto de su trabajo se extiende más allá de sus logros individuales, ya que inspiró a múltiples generaciones de científicos en Colombia y el mundo.

Además de su contribución a la ciencia, Patarroyo es recordado por su incansable labor en pro de la salud pública y su visión de un futuro libre de enfermedades como la malaria, que sigue afectando a millones de personas en todo el mundo. Su legado perdurará en la lucha contra esta y otras enfermedades, marcando un hito en la historia de la ciencia y la medicina.