Fredric Jameson, uno de los críticos literarios más destacados desde los años noventa, nos dejó el 22 de septiembre de 2023 a la edad de 90 años. Su influencia fue mucho más allá del análisis marxista de la literatura, abarcando la cinematografía y otras formas de expresión visual y sonora. Jameson reveló contradicciones en la urbanística y la arquitectura, relacionó ciclos económicos con movimientos culturales, y predijo aspectos inesperados de la globalización. Su habilidad para conectar el pensamiento de los clásicos con las corrientes filosóficas contemporáneas, especialmente del pensamiento francés y alemán, resultó en una perspectiva flexible y creativa que desafiaba muchas de las ideas establecidas en su tiempo.

A lo largo de su carrera académica en la Universidad de Duke, donde continuó dando clases hasta el final de su vida, Jameson mantuvo una inquebrantable pasión por el aprendizaje y la enseñanza. Su enfoque personal en la literatura no solo inspiraba a sus alumnos sino que también los instaba a redescubrir clásicos olvidados. Uno de sus momentos icónicos fue durante una visita a Madrid, donde al salir del avión, comenzó a hablar de películas españolas, mostrando su particular interés por la cultura local.

La complejidad de su pensamiento fue tanto objeto de admiración como de crítica. Mientras muchos formalistas lo consideraban demasiado centrado en el marxismo, los marxistas lo tachaban de formalista. Este encasillamiento demuestra la originalidad y profundidad de su enfoque. Sus contribuciones superaron un simple análisis cultural; redefinió cómo entendemos el papel de la ideología en las obras culturales, instando a una mirada más crítica y una apreciación más rica de la experiencia literaria.

Jameson publicó obras fundamentales, fusionando estructuras teóricas del estructuralismo y el psicoanálisis con el marxismo. Su famoso ensayo 'Postmodernism, or, The Cultural Logic of Late Capitalism', publicado en 1991, impactó significativamente los estudios culturales y críticos, instaurando un nuevo marco para entender la interacción entre cultura y economía en la era postmoderna.

A pesar de las críticas que enfrentó, su destreza retórica y su estilo inconfundible fueron reconocidos por académicos como Terry Eagleton y Perry Anderson. Era conocido por su capacidad para estimular la curiosidad intelectual, creando un espacio donde las discusiones podían ser profundas y matizadas, alejándose de dogmas rígidos.

La ausencia de Jameson se sentirá profundamente en el ámbito académico y cultural. Su legado perdurará en las generaciones futuras que buscarán entender el complejo entramado de la cultura contemporánea a través de su innovador enfoque. En un mundo donde el optimismo a menudo se enfrenta a la desesperación, su visión única del potencial de la cultura para ser un espacio de diálogo crítico se mantendrá como una guía para muchos.