El sábado en la casa de Guadalix fue un día lleno de tensión y emociones. Los concursantes, además de ensayar para la prueba semanal, vivieron momentos intensos que los llevaron a la desesperación. En medio de esta angustia, se hicieron algunos intentos por hacer frente a las limitaciones alimenticias que enfrentan, mientras la creatividad se apoderaba de ellos durante una inesperada sesión de peluquería, donde Manu, Juan y Jorge se atrevieron a decolorar su cabello, quedando con un controversial look blanco.

Sin embargo, lo más destacado de la jornada fue una acalorada discusión en la Radio de Gran Hermano, animada por Edi y Tomasso, que terminó de manera desagradable entre Maica y Adrián. Las palabras hirientes volaron, dejando a Maica tan afectada que se retiró a desahogarse en la habitación rosa con Daniela, donde compartió su profundo descontento. Ni siquiera Óscar se salvó de la tormenta, ya que Maica le recriminó por recordarle su difícil y fallida relación con Tomasso.

Por el lado positivo, la relación entre Ruvens y Óscar parece haber recuperado su armonía. De hecho, cuando a Óscar le preguntaron a quién salvaría de la nominación si fuese Big Brother, no dudó en mencionar a Ruvens, lo que indica que las aguas han vuelto a su cauce entre ellos.

En un giro triste de los acontecimientos, Manu refleja su preocupación constante por Laura, quien fue expulsada, y se pregunta qué estará pensando desde el exterior. La intriga en torno a Laura podría aclararse esta misma noche durante la gala de El Debate en Telecinco.

La tensa atmósfera y los conflictos emocionales continúan haciendo de esta edición de Gran Hermano una de las más comentadas. ¿Qué más sorpresas y revelaciones se avecinan en la casa? Mantente atento para no perderte la última hora de la vida en Guadalix.