En una escalada alarmante en el conflicto entre Irán e Israel, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha reafirmado hoy en Doha su apoyo a las "facciones de resistencia" palestinas y libanesas. Este pronunciamiento se produce tras el lanzamiento de 200 misiles desde Irán hacia territorio israelí, lo que eleva aún más las tensiones en Oriente Medio.

Pezeshkian ha declarado que Israel "no podrá acabar" con estas facciones y ha advertido que "la entidad sionista será castigada pronto". Estas afirmaciones se producen en un contexto de intensos bombardeos por parte del ejército israelí contra el grupo paramilitar Hezbolá en el sur de Líbano, donde las operaciones han resultado en la muerte de varios altos mandos de la milicia, incluyendo a su líder, Hasán Nasralá.

Según informes oficiales del Ejercito israelí, aproximadamente 60 supuestos miembros de Hezbolá han muerto en los últimos bombardeos en Líbano, que han incluido una ofensiva directa contra la sede de la Alcaldía de Bint Yabal, presuntamente albergando a milicianos de Hezbolá. En total, Israel sostiene que ha atacado 200 objetivos en el sur de Líbano, impactando edificios militares y almacenes de armas.

Además, se han lanzado 25 proyectiles desde Líbano hacia el norte de Israel, aunque no se han reportado víctimas en territorio israelí. Estos ataques han motivado una declaración de alerta por parte del ejército israelí, que ha instado a los residentes a no regresar a sus hogares en áreas cercanas al conflicto.

Desde España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho un llamamiento urgente a la contención, advirtiendo que la escalada de violencia puede tener "consecuencias imprevisibles" en la región. Ha exigido un alto el fuego inmediato en Gaza y una tregua en Líbano, resaltando que el respeto al derecho internacional es crucial para establecer una paz duradera.

En un desenlace inesperado, la situación ha llevado al Ministerio de Defensa de España a iniciar un plan de evacuación para cerca de 380 ciudadanos españoles en Líbano, ante el deterioro del conflicto.

Esta crisis en Oriente Medio se intensifica aún más por las recientes operaciones aéreas israelíes, que han cobrado la vida de al menos seis personas en un bombardeo en el centro de Beirut. El ataque, que según fuentes libanesas utilizó armas de fósforo prohibidas internacionalmente, ha generado condenas a nivel mundial y resalta la gravedad de la situación.

Mientras tanto, la Organización de Aviación Civil de Irán ha reabierto los aeropuertos tras suspensiones temporales debido a las tensiones, permitiendo la reanudación de vuelos, aunque continúa la incertidumbre sobre la escalada del conflicto. Las pérdidas humanas en Líbano superan los 1,900 desde el inicio de los enfrentamientos, y un ciudadano estadounidense ha sido identificado como una de las víctimas recientes.

Estados Unidos, por su parte, mantiene una postura crítica hacia Hamás, acusándolo de obstaculizar los esfuerzos de paz en la región. A medida que las tensiones aumentan, la comunidad internacional observa con preocupación la evolución de la situación en Oriente Medio, donde cualquier paso en falso podría precipitar un conflicto a gran escala.