El carguero ruso Ursa Major (Osa Mayor) se hundió en el Mediterráneo, entre las costas de España y Argelia, tras una explosión que se produjo la noche del lunes. Rusia ha calificado este incidente como un 'acto terrorista', según declaraciones de la agencia de noticias estatal RIA, citando a la empresa propietaria del barco, Oboronlogistics, que es responsable de las operaciones logísticas del Ministerio de Defensa ruso.

De los 16 tripulantes a bordo, aún hay 2 desaparecidos. Los otros 14 fueron rescatados y llevados al puerto de Cartagena en Murcia. El carguero, que supuestamente se dirigía hacia Vladivostok, transportaba grúas portuarias y componentes para la construcción de rompehielos, como parte de sus suministros estratégicos.

Sin embargo, la situación se complica al surgir informes de medios británicos que sugieren que el barco en realidad participaba en una misión secreta hacia Siria, con la finalidad de retirar equipo del régimen del dictador Bachar al Asad, quien ha estado luchando por su permanencia en el poder tras múltiples revueltas y la reciente pérdida de territorio. Esto añade una capa de intriga al ya tenso clima internacional que rodea las actividades marítimas en la región.

El misterioso hundimiento genera incertidumbre sobre la seguridad de las operaciones marítimas en el Mediterráneo, un área estratégica que ha visto un aumento de las tensiones geopolíticas. Mientras tanto, la reacción internacional ante este incidente podría avivar aún más las tensiones entre Rusia y Occidente, ya que los ojos del mundo están puestos en cómo se desarrollarán los acontecimientos en los días venideros. ¡No te pierdas las actualizaciones!