Salud

¡Eureka! Las Terapias CAR-T: ¿El Futuro del Tratamiento del Cáncer a Pesar de sus Riesgos?

2024-09-26

La investigación científica es el pilar fundamental sobre el cual nuestra sociedad debe apoyarse para seguir avanzando en la lucha contra el cáncer. En la semana en que celebramos el Día Mundial del Linfoma y el mes dedicado a la Concienciación de los Cánceres de la Sangre, así como el quinto aniversario de la introducción de las terapias con células CAR-T en nuestro país, queremos ofrecer a nuestros lectores una visión clara sobre este revolucionario tratamiento, que podría extender la vida de muchos pacientes que antes no tenían opciones terapéuticas viables.

El cáncer no es solo una batalla; los pacientes con cáncer luchan diariamente por la supervivencia. Para entender las terapias CAR-T, hemos entrevistado a la doctora Ana Alarcón, una destacada hematóloga del Hospital Puerta del Hierro en Madrid. Según ella, "Esta terapia ha marcado un antes y un después en el tratamiento de diversas enfermedades hematológicas. Utiliza las propias células del paciente, en particular los linfocitos T, que se modifican genéticamente para que puedan identificar y atacar a las células tumorales".

¿Cómo Funciona la Terapia CAR-T?

La terapia CAR-T se puede describir como un ingenioso plan en el que los linfocitos T del paciente se convierten en soldados que luchan contra un enemigo: las células cancerosas. El proceso es complejo y requiere una coordinación meticulosa entre múltiples especialidades médicas, incluyendo hematología, enfermería, y farmacología. Toma varios pasos para completar la terapia.

El primer paso implica la obtención de los linfocitos T, lo cual se hace a través de un procedimiento conocido como aféresis. "Durante la aféresis, el paciente se conecta a una máquina que separa los linfocitos T de otras células de la sangre", explica la doctora Alarcón. Este proceso puede durar entre 3 y 4 horas en el hospital.

Modificación Genética

Después de la aféresis, los linfocitos extraídos se envían al laboratorio para ser modificados genéticamente. Esto puede tardar entre 2 y 6 semanas. Durante este tiempo, se pueden administrar tratamientos adicionales, conocidos como tratamiento puente, para controlar la enfermedad del paciente mientras espera.

Una vez que los linfocitos están listos, se realiza la infusión de las células CAR-T en un entorno hospitalario, donde los pacientes deben permanecer ingresados entre 2 y 4 semanas debido al seguimiento necesario.

Efectos Secundarios Importantes

Es crucial que esta hospitalización se lleve a cabo debido a los potenciales efectos secundarios graves asociados a la terapia. La doctora Alarcón señala dos complicaciones específicas: el Síndrome de Liberación de Citoquinas, que puede provocar fiebre, descenso de la presión arterial, y en casos extremos, la necesidad de soporte respiratorio, y la neurotoxicidad, que puede aparecer de forma repentina y afectar la capacidad del paciente para comunicarse correctamente.

Aunque estos efectos son poco comunes, la monitorización continua es esencial. La recuperación puede incluir la intervención rápida en una unidad de cuidados intensivos si se requiere. La clave, según la doctora Alarcón, está en la vigilancia constante y en el manejo proactivo de estas complicaciones.

Conclusión

A pesar de los riesgos, las terapias CAR-T ofrecen esperanza a innumerables pacientes al personalizar su tratamiento utilizando sus propias células inmunológicas. En un contexto donde el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte, continuar la investigación en este tipo de tratamientos podría cambiar radicalmente el panorama de la oncología en los próximos años. ¡La lucha contra el cáncer avanza, pero sigue siendo necesario abrazar la investigación y la innovación!