Ciencia

¿Estamos a punto de enfrentar un desastre global? La aterradora amenaza del asteroide Apofis

2024-09-15

El asteroide Apofis, que fue descubierto en 2004 y lleva el nombre del dios egipcio del caos, ha sido objeto de intensa atención entre los científicos desde su hallazgo. Con un tamaño de aproximadamente 350 metros de diámetro, se ha clasificado en un preocupante nivel 4 de la escala de Torino, una medida que evalúa la potencial amenaza de impacto de asteroides contra nuestro planeta. En caso de colisión, su impacto podría desencadenar una devastación regional de grandes proporciones.

Los acercamientos más inquietantes de Apofis están programados para 2029 y 2036, cuando pasará relativamente cerca de la Tierra. Aunque en su momento se consideró que podía haber un riesgo de impacto, las observaciones más recientes han permitido a los astrónomos recalcular con mayor precisión su órbita, descartando la posibilidad de que choque con nuestro planeta en esas fechas. En un análisis aún más lejano, también se ha eliminado la preocupación por una posible colisión en 2068.

No obstante, siempre existe un grado de incertidumbre en el espacio. Un nuevo y perturbador estudio del astrónomo Paul Wiegert, de la Western University en Canadá, ha planteado una potencial nueva amenaza. ¿Y si un pequeño asteroide, que no podríamos detectar actualmente, colisionara con Apofis y alterara su trayectoria, dirigiéndolo hacia la Tierra? Esta situación, aunque poco probable, resalta las limitaciones de los sistemas de vigilancia actuales, ya que con frecuencia se detectan rocas espaciales en el último momento o incluso después de haber pasado.

Wiegert sugiere que un fragmento de apenas 60 cm podría ser suficiente para desviar a Apofis hacia un curso de colisión en 2029. Para que se produzca un impacto directo, el objeto que lo desviara debería ser de aproximadamente 3,4 metros de diámetro. Aunque este tipo de eventos son raros, no son imposibles. La probabilidad de que Apofis sea desviado de su curso por esta causa antes de 2029 se estima en 1 entre 2 mil millones, lo que representa un riesgo extremadamente bajo.

Sin embargo, las probabilidades de una colisión aumentan ligeramente a 1 en un millón si consideramos la posibilidad de desviaciones posteriores a 2029. A pesar de que este escenario es más astuto, sigue siendo altamente improbable. Así, el temor inicial a una inminente amenaza se ha transformado en una eventualidad que, aunque no puede ser completamente descartada, parece poco probable. Los astrónomos seguirán observando cuidadosamente la trayectoria de Apofis en las próximas décadas, garantizando que tengamos un ojo vigilante sobre el cielo.

En conclusión, aunque el escenario apocalíptico que muchos temían parece haber disminuido, es crucial que nuestra vigilancia sobre los asteroides continúe. La historia nos ha demostrado que, aunque estos impactos son poco frecuentes, sus consecuencias pueden ser devastadoras. Es vital que la comunidad científica se mantenga alerta y preparada para cualquier eventualidad que el cosmos nos presente. ¡La Tierra sigue siendo un lugar lleno de sorpresas y desafíos!