La comunidad rumana en España ha experimentado una notable reducción del 30% en la última década. Tradicionalmente, este país ha sido un destino atractivo para muchos rumanos en busca de oportunidades laborales y una mejor calidad de vida. Sin embargo, los recientes cambios en la dinámica migratoria han llevado a muchos a reconsiderar su estancia en tierras españolas.

A medida que las fronteras se han abierto y las tasas de desempleo han caído en Rumanía, un creciente número de rumanos ha decidido regresar a su país de origen. Muchos de ellos aprovechan esta nueva fase de sus vidas para emprender negocios y contribuir al desarrollo económico local. Este fenómeno refleja un cambio notable en las preferencias y expectativas de esta comunidad.

Por otro lado, mientras que rumanos y chinos están abandonando España, hemos sido testigos de un incremento en la llegada de colombianos e italianos. Este giro en la migración subraya las realidades cambiantes del mercado laboral en España y las oportunidades que se presentan en otros países.

Este año, muchas familias rumanas celebraron la entrada de su país en el espacio Schengen, brindando con 'palinka', un licor tradicional, en una muestra de alegría y conexión con sus raíces. “¡Traiasca Romania!” exclamó Viorel, propietario del restaurante La Bunica en Madrid, quien expresó cómo este cambio puede influir en los planes de muchos rumanos que han estado viviendo en el extranjero.

Aunque España ha sido un hogar temporal para miles de rumanos, la nostalgia por la tierra natal y las nuevas oportunidades están impulsando un retorno significativo. Este éxodo no solo está moldeando las comunidades en España, sino también reconfigurando el paisaje social y económico de Rumanía.

Dentro de este contexto, es vital reflexionar sobre cómo las decisiones migratorias no solo afectan a los individuos, sino también a los países implicados. A medida que la comunidad rumana se adapta a estos cambios, el impacto de sus retornos será un tema a seguir con atención, tanto en términos de crecimiento económico como de revitalización cultural en Rumanía.