Este martes, el Consejo de Ministros de España presentará a la Comisión Europea una actualización crucial del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que servirá como la hoja de ruta del país para esta década en su ambicioso objetivo de dejar atrás los combustibles fósiles. Este nuevo plan se compromete a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un impresionante 32% para 2030, tomando como referencia los niveles de 1990.

Las energías renovables serán el eje central de esta estrategia. El PNIEC prevé que para finales de 2030, un asombroso 81% del consumo eléctrico del país provenga de fuentes renovables. Entre estas, la energía fotovoltaica se destaca, aportando un 53% de la reducción de emisiones en el sector eléctrico, según la declaración ambiental estratégica que fue publicada recientemente.

Cabe destacar que a pesar de haber sido elaborado en 2020, el nuevo PNIEC demuestra un notable endurecimiento de los objetivos en comparación con su versión anterior. En 2020, se planteó una meta de reducción de emisiones del 23%, pero ahora se busca elevarla al 32%. Este cambio refleja la urgencia y el compromiso del Gobierno español, liderado por Teresa Ribera, a abordar la crisis climática de manera más contundente.

Cada país miembro de la UE está obligado a remitir sus planes de energía renovable a Bruselas, y aunque España ha tenido un retraso considerable de casi tres meses, sigue apostando por un futuro más sostenible.

Además, el PNIEC no solo se enfoca en la generación de electricidad. También propone una reducción del uso de combustibles fósiles en todos los sectores: transporte, calefacción y refrigeración. Actualmente, más del 50% de la electricidad en España se genera a partir de fuentes renovables, un avance significativo respecto a los años anteriores, teniendo como meta llegar al 81% para 2030. La potencia total instalada en el sector eléctrico alcanzará los 214 GW, de los cuales 160 GW serán de energías renovables.

El pronóstico también incluye una importante mejora en el ámbito del transporte, donde se espera que en 2030 haya 5.5 millones de vehículos eléctricos en circulación en España, lo que representa un incremento en comparación con estimaciones anteriores.

Un dato positivo de esta actualización es la reducción prevista de la dependencia energética del extranjero. Se estima que hoy en día dicha dependencia ronda el 70%, y el nuevo plan prevé reducirla a un 50% para 2030.

Sin embargo, a pesar de estos avances, se han presentado retos. Recientes informes indican que aunque se ha avanzado en el sector eléctrico, hay un rezago en el desarrollo de la movilidad eléctrica que podría amenazar el cumplimiento de las metas establecidas. "Es crucial acelerar los esfuerzos en electrificación y movilidad sostenible", resalta Luis Rey del Basque Centre for Climate Change (BC3).

Este nuevo plan se presenta como un paso decisivo hacia un futuro más limpio y sostenible, pero requiere un esfuerzo coordinado y una rápida implementación para evitar contratiempos que puedan derrocar los ambiciosos objetivos fijados. ¡El futuro energético de España está más cerca que nunca! No pierdas la oportunidad de seguir de cerca esta transformación histórica.