Un escándalo sin precedentes sacude a Torremolinos, donde el controvertido club marroquí, Casa Fátima, ha prohíbo la entrada a personas de la comunidad LGTBIQ+, llamándolos «maricones» y lanzando amenazas y ataques personales contra la alcaldesa, Margarita del Cid. Esta situación ha escalado después de que la alcaldesa interpusiera una denuncia ante la Policía Nacional por delitos de odio, tras recibir una avalancha de insults de parte de los promotores del evento ‘Noche Superstar’, programado para el 18 de enero.

Margarita del Cid ha dejado claro que no tolerará el odio ni la homofobia en su municipio. En sus declaraciones, afirmó: «No vamos a consentir estas actitudes. El odio y la homofobia no tienen cabida aquí, y tomaremos todas las medidas necesarias para prohibir este evento y cualquier actividad del club que promueva dicho comportamiento. Los únicos que sobran son ellos».

En respuesta a esta situación, la Junta de Andalucía ha iniciado un expediente sancionador por infracción a los derechos LGTBI contra los responsables del evento, citando la Ley 8/2017 del 28 de diciembre. La Junta subrayó que también están considerando otras acciones legales como respuesta a este ataque a la comunidad.

Los organizadores de Casa Fátima, que se autodenominan un club de «lujo», han expresado su intención de trasladar la fiesta a Málaga. Sin embargo, la alcaldesa ha sido contundente y sentenció: «La buena noticia es que eso no se va a producir en Torremolinos bajo ningún concepto y la mala noticia para ellos es que los vamos a denunciar por delito de odio». El club, situado en la calle Cruz, ha hecho alarde de un reglamento interno que expulsa de inmediato a quienes incumplan su código de conducta, que prohíbe tanto peleas como la presencia de personas de la comunidad LGTBIQ+.

Además, FACUA Andalucía ha presentado una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Málaga solicitando la apertura de una investigación por posibles delitos de odio, destacando la gravedad de la situación y la violación de los derechos humanos.

Torremolinos, conocido por ser un baluarte de la libertad y la diversidad, se enfrenta ahora a una batalla crucial por la defensa de los derechos de la comunidad LGTBIQ+. La lucha de la alcaldesa y de la Junta de Andalucía pone de manifiesto la resistencia de la sociedad ante la homofobia y la discriminación, y se espera que esta controversia provoque un debate más amplio sobre la aceptación y la igualdad. ¡La comunidad LGTBIQ+ no se quedará callada!