En RTVE, el misterio de quién filtró parte de las preguntas del examen de Información y Contenidos sigue sin resolverse. Mientras se espera saber quién fue el responsable de esta grave irregularidad, la Comisión de Empleo de RTVE ha decidido implementar modificaciones en el Manual de funcionamiento del Comité de Valoración de pruebas. Estas modificaciones tienen como objetivo reforzar las garantías en el proceso de elaboración y realización de los exámenes y evitar que incidentes similares se repitan.

La corporación ha anunciado el inicio de "una exhaustiva investigación interna" para clarificar los hechos que llevaron a la suspensión del examen programado el pasado 29 de septiembre. El comunicado de RTVE señala que toda la documentación relacionada con el caso está bajo investigación policial, y recalca la importancia de respetar la presunción de inocencia de los implicados.

Curiosamente, la investigación para identificar al filtrador recaerá únicamente en la Policía, ya que RTVE ha decidido no llevar a cabo un análisis paralelo. Esto ha suscitado preocupación entre los trabajadores, quienes temen que el culpable pueda estar vinculado a uno de los sindicatos que forman parte del proceso. Este miércoles, los sindicatos de RTVE, excepto UGT y SI, firmaron un documento donde aseguran que sus representantes en el tribunal no son responsables de la filtración.

Este incidente ha levantado sospechas entre los empleados de RTVE, que especulan sobre la posibilidad de que la filtración provenga de dentro de los propios sindicatos. Esta inquietud se intensifica tras la noticia publicada por EL MUNDO, que reveló que el 83% de las preguntas habían sido filtradas, lo que llevó a cancelar el examen apenas 20 minutos antes de su inicio.

El tribunal encargado de la prueba está compuesto por miembros nombrados por la dirección de RTVE y varios sindicatos, incluidos cinco designados por la dirección, y uno por cada uno de los demás sindicatos implicados, creando un ambiente de desconfianza. La composición del tribunal incluye a figuras destacadas dentro de RTVE, lo que aumenta la gravedad de la situación.

Se ha venido a saber que la filtración sucedió de la siguiente manera: un miembro del tribunal pasó las preguntas a un trabajador de RTVE, quien a su vez las compartió con otro empleado, desencadenando una cadena de eventos que terminó con la alerta a los directivos de RTVE. Una mujer del tribunal, que alertó sobre la situación, jugó un papel crucial al evitar un escándalo mayor, pues de haberse realizado el examen y luego descubrir la filtración, las consecuencias hubieran sido desastrosas.

Las investigaciones de la Policía siguen en marcha, con interrogatorios a los involucrados y la recopilación de pruebas que puedan llevar a identificar al culpable. RTVE se encuentra en una encrucijada, con la presión de restaurar la confianza en su sistema de selección mientras la situación se desarrolla. Sin duda, este escándalo podría tener repercusiones a largo plazo en la reputación de la corporación.