En un giro inesperado de los acontecimientos, el Gobierno español ha decidido designar a Leonardo Marcos, exdirector de la Guardia Civil, como nuevo responsable de la embajada en Washington, tras haber declarado la plaza desierta en agosto, solo un mes antes de que Marcos fuese cesado.

Desde Moncloa, se argumenta que el procedimiento seguido para la selección fue 'impecable', afirmando que se buscaba un 'perfil' muy específico. Sin embargo, esta decisión ha desatado una ola de críticas y controvertidos rumores sobre la falta de transparencia en el proceso.

Cabe destacar que seis altos funcionarios, todos con perfiles altamente cualificados, se habían presentado para ocupar el cargo en cuestión, lo que ha llevado a muchos a cuestionar por qué ninguno fue seleccionado, generando así un amplio debate en los círculos políticos y mediáticos.

Además, la asociación profesional Jucil ha presentado una denuncia en la Audiencia Nacional contra Marcos, en relación al famoso caso Koldo García, lo que añade un elemento extra de sospecha y controversia a su nombramiento.

La embajada en Washington es un puesto estratégico que requiere un alto grado de confianza y transparencia, lo que hace que la comunidad política esté aún más atenta a los pasos que dará el nuevo embajador. ¿Qué implicaciones tendrá esta decisión para las relaciones entre España y Estados Unidos? La respuesta podría cambiar el rumbo de la diplomacia española en los próximos años.

Con estos acontecimientos, muchos se preguntan si el gobierno ha tomado la decisión correcta, o si estamos ante otro caso de favoritismo. El tiempo dirá si los elegidos para representar a España en el extranjero están a la altura de las circunstancias.