En un giro sorprendente de los acontecimientos, se ha revelado que la Xunta de Galicia adquirió en 2020 mascarillas cuyo pago desencadenó un desfalco de 2 millones de euros en comisiones a favor de Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Este escándalo, en el que se ha visto implicada la alta política gallega, ha dejado a muchos ciudadanos boquiabiertos.

Gumersindo Cachafeiro, fundador y presidente de Mape, la empresa que compró el material sanitario a FCS, corroboró esta información. Mape pagó 42 millones por insumos sanitarios provenientes de China, situación que facilitó la intervención de González Amador, quien se benefició a través de comisiones del 4,5% por mediar en la compra.

Hasta ahora, se desconocía que la Xunta, bajo el liderazgo de Feijóo, fuera uno de los compradores finales de este material. Mape, reconocida por su experiencia en el suministro de insumos sanitarios, tuvo que cerrar contratos de emergencia para ayudar a la Xunta. Cachafeiro explicó que la Xunta no tenía autorización para importar y, por tanto, prestaron sus autorizaciones para la compra de mascarillas y equipos médicos.

La Xunta se defendió afirmando que la compra se realizó a una empresa especializa en distribución y que cualquier vínculo con González Amador no les concierne directamente. Sin embargo, los vínculos con la empresa Mape y la omisión de información en los contratos han levantando más de una ceja.

Cabe destacar que Mape fue una de las empresas que más contratos de emergencia recibió del Servicio Gallego de Salud, con adjudicaciones valoradas en más de 10 millones de euros. Del total, 4,3 millones correspondieron a suministros de mascarillas, pero estos contratos solo se hicieron visibles en la plataforma de contratación de la Xunta en 2022, lo que ha despertado sospechas respecto a la transparencia y legalidad del proceso.

El retraso en la divulgación de estos contratos contrasta con la obligación legal de hacerlos públicos, y se plantea la pregunta: ¿estaba esto encubriendo algo más grande? Además, el auditor del Consello de Cuentas lanzó una crítica a Mape, afirmando que recibió un 37% más que otros proveedores en 2020, lo que podría implicar márgenes de ganancia desproporcionados en tiempos de crisis.

Cachafeiro, en defensa de su empresa, negó cualquier relación comercial con la pareja de Ayuso, argumentando que solo busca colaborar con la Agencia Tributaria en este caso. Sin embargo, la llegada de nuevos datos sugiere que los enredos no terminan ahí, y las conexiones personales en el ámbito político parecen complicar aún más la trama.

Por otro lado, también ha surgido un préstamo misterioso de 955,000 euros a la empresa de González Amador, que se usó para la compra de un lujoso ático en Madrid. Este préstamo ha generado más cuestionamientos: ¿Fue un mecanismo para ocultar otras irregularidades?

La situación es crítica y el ambiente, tenso. Los ciudadanos exigen respuestas. Mientras tanto, Mape continúa operando como uno de los jugadores clave en el suministro de productos sanitarios, con clientes de la talla de Inditex y Telefónica. Pero, ¿a qué precio está la reputación de las instituciones? Con cada revelación, el cerco se estrecha sobre aquellos que han jugado con la confianza pública en momentos de necesidad.