El Partido Popular (PP) se enfrenta a un gran revés tras anunciar que votará en contra de una reforma legal que respaldó el 18 de septiembre en el Congreso. Esta modificación de la ley orgánica 7/2014, que permite el intercambio de información sobre antecedentes penales en la Unión Europea, había sido aprobada unánimemente por todos los grupos parlamentarios, incluidos los populares.

La reforma pretendía suprimir una disposición que impedía reconocer el tiempo de condena cumplido en otros países para aquellos que fueran extraditados a España. Esta medida afecta a una gran cantidad de presos, provocando tensiones dentro del PP después de que El Confidencial revelara que la decisión estaba vinculada a una supuesta concesión del Gobierno a EH Bildu, en favor de los presos de ETA.

A raíz de esta revelación, el PP, que inicialmente apoyó la reforma, ha decidido cambiar de rumbo, alegando que se sintió engañado por el Gobierno. El martes, durante el Pleno del Senado, los populares anunciarán su rechazo a la iniciativa, aunque el texto continuará en vigor, ya que el Senado solo actúa como cámara de segunda lectura y no puede bloquear leyes sin realizar cambios.

La diputada de Sumar, que registró esta iniciativa, argumenta que cumple con la directiva 2019/884 de la Unión Europea, que tiene como objetivo eliminar cualquier norma discriminatoria para los ciudadanos europeos. Esta modificación no solo beneficia a presos de ETA, sino a cualquier español que haya sido condenado en otros países de la UE y que debe cumplir su pena en España.

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, aseguró que el Gobierno no tiene ninguna implicación en este cambio legislativo, destacando que fue producto de un amplio consenso parlamentario. Resaltó que todos los grupos apoyaron la modificación sin excepciones, lo que ha llevado a miembros del PP a afirmar que realizaron un 'engaño' en su votación.

Borja Sémper, un destacado miembro del PP, se ha referido a esta situación como una 'jugada sucia'. La vicesecretaria de Movilización del partido, Noelia Núñez, ha afirmado que el PP utilizará todas las herramientas posibles para rectificar lo que consideran un “ultraje” al Parlamento.

Con esta controversia, el PP se encuentra en una encrucijada: por un lado, desean distanciarse de los vínculos con EH Bildu, pero por otro, su propia votación anterior les complica la defensa de su postura actual. ¿Cómo afectará esto a la credibilidad del PP y a sus estrategias políticas en el futuro? ¡La batalla política apenas comienza y las repercusiones podrían ser inmensas!