Recentes informes han desvelado que Tipi Tent, la popular marca de ropa joven fundada en 2017 por María Pombo, su hermana Marta y Luis Giménez, enfrenta una situación financiera crítica. A pesar de contar con una operación aparentemente normal en su tienda online tras cerrar su establecimiento físico en Madrid, la empresa está siendo acosada por una considerable deuda que se arrastra desde noviembre de 2023.

Los problemas comenzaron cuando la compañía Logfret, encargada de la logística y el transporte de la ropa desde Asia, empezó a reclamar el pago de siete facturas que suman un total de 17,504.82 euros. «Los documentos que hemos conseguido revelan que la situación es insostenible. Han pasado meses y ni María ni su familia han respondido a nuestras solicitudes de pago», aseveran desde Logfret.

La desesperación de Logfret es palpable. La empresa se ha visto obligada a recurrir a métodos legales para intentar recuperar el dinero, mientras que las Pombo, según dicen, se han encerrado en un «bunker» evitando cualquier tipo de comunicación. «Es imposible hablar con ellas. Ya nadie coge el teléfono», añaden.

Lo más sorprendente de esta saga es que, a pesar de no cumplir con sus obligaciones económicas, Tipi Tent experimentó un incremento de ventas del 200% en 2021, alcanzando más de 1.8 millones de euros en facturación. Aquí surge la pregunta: ¿Cómo es posible que una empresa que genera tantos ingresos pueda permitirse el lujo de ignorar deudas tan significativas?

La reclamación implica acciones legales tanto contra Tipi Tent como contra Luis Giménez, el administrador de la sociedad. Según las leyes españolas, si una empresa no presenta sus cuentas anuales y tiene cuentas pendientes, el administrador puede ser considerado responsable. Logfret está decidido a llevar esto a los tribunales. Además, el padre de las Pombo ha sido contactado por la empresa para hacerse eco de la situación, pero sus respuestas fueron decepcionantes: «Como Marta estaba embarazada... eso no es excusa», lamentan los demandantes.

Mientras tanto, María Pombo continúa con su presencia en redes sociales, donde sigue compartiendo su vida personal y profesional como si nada estuviera pasando. La indignación de Logfret y de quienes esperan el pago es palpable: «Al final tengo trabajadores, familias con familias que dependen de mí y los gastos de transporte que he asumido. Mientras tanto, ellas siguen vendiendo sin remordimientos».

Este escándalo ha encendido las luces de alarma en el entorno empresarial y los consumidores, y muchos se preguntan: ¿podrán las Pombo salir de esta crisis sin pagar lo que deben? ¿Qué repercusiones tendrá esto en su imagen pública? La saga continúa y promete más sorpresas. ¡Mantente atento!