LONDRES -- En un giro sorprendente de los eventos, una mujer que ejercía como mascota del Manchester City ha denunciado que fue agredida en la cabeza por el delantero noruego Erling Haaland. Sin embargo, tanto el club como la policía de Mánchester han descartado estas acusaciones tras llevar a cabo exhaustivas investigaciones.

El incidente, según el diario británico The Sun, tuvo lugar después de un partido contra el Southampton en octubre del año pasado. Durante una sesión de fotos, donde la mujer vestía el icónico traje de la mascota del club, afirma que Haaland le propinó dos golpes en la cabeza de manera aparentemente casual.

La mujer, que ha solicitado mantener su anonimato por razones de seguridad, relató que estos golpes le provocaron vómitos y dolores intensos en el cuello y la cabeza. Siguiendo el consejo del médico del primer equipo, se dirigió al hospital, donde, aunque confirmaron sus síntomas, no encontraron daño físico alguno.

"El Manchester City ha rechazado categóricamente estas acusaciones. El club llevó a cabo una investigación completa y no halló evidencia, incluyendo grabaciones de video, que respaldaran esta versión. Además, sabemos que se realizó una denuncia ante la policía de Mánchester, que no avanzó", aseguró el Manchester City en un comunicado.

Según el club, tras revisar las cámaras de seguridad, el incidente se describió como un "toque amable" y no como un golpe. Curiosamente, esta mujer había comenzado a trabajar con el City en junio de 2024, pero curiosamente, en diciembre, el club decidió no renovarle el contrato. ¿Coincidencia o represalia? Las especulaciones no se han hecho esperar.

Ante la confusión inicial, la mujer mencionó que, en un principio, pensó que había sido golpeada por una pelota en lugar de una mano. Sin embargo, un compañero le confirmó que realmente fue Haaland. Cuando decidió acudir a los agentes de seguridad del estadio para reportar el incidente, estos se rieron y le dijeron: "Al menos puedes contar que te ha golpeado Haaland". Un comentario poco profesional que ha levantado críticas hacia los protocolos de seguridad del club.

"Pregunté si alguien había hablado con Erling y me dijeron que 'no querían distraerlo'. Me ofendió porque yo era la que había sufrido el daño", describió la mujer. "Estoy segura de que Erling se habría disculpado si le hubieran dado la oportunidad, pero solo querían que el asunto se olvidara", finalizó.

Este incidente ha puesto una nueva luz sobre la cultura en los clubes de fútbol y cómo se manejan las acusaciones, especialmente cuando involucran a figuras de alto perfil. La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿qué sucederá con la reputación del joven estrella mientras la historia continúa desarrollándose?