Este miércoles, el Colegio de Médicos de Madrid se convirtió en el escenario de una manifestación intensa y llena de tensión. Tomás Merina, el médico que ganó las últimas elecciones del Icomem con un contundente apoyo popular—4,475 votos frente a los 2,393 de Manuel Martínez-Sellés—se presentó ante un centenar de colegas para exigir que se respete el resultado electoral. "¡Nuestra junta cumple todos los requisitos legales!", gritó Merina, desatando una ola de aplausos entre sus seguidores.

El escándalo comenzó cuando, un mes después de las elecciones, la Comisión Rectora del organismo decidió invalidar su candidatura, alegando que Merina estaba jubilado y no cumplía con el requisito de estar "en ejercicio". Sin embargo, su entorno y él mismo desmienten esta afirmación, lo que ha llevado a un clima de incertidumbre y confusión.

Merina convocó a sus seguidores frente a la sede del Colegio, donde reiteró su deseo de que se respete el mandato de los votantes, resaltando que el apoyo que recibió en las urnas fue el doble del actual presidente. Su denuncia se centra en la manera en que la Comisión de Recursos, cuya impugnación fue promovida por Sellés, manejó el proceso, pues la decisión final llegó justo antes de su toma de posesión.

"Los compañeros de la Comisión de Recursos están mal asesorados, y no sé si Sellés les ha comunicado la responsabilidad que están asumiendo", afirmó Merina ante la multitud. Esta situación ha generado una división significativa entre los miembros de la profesión médica; muchos apoyan a Merina, mientras otros defienden la gestión de Sellés.

La secretaria general de Amyts, Ángela Hernández, también presente en la manifestación, no se contuvo y sentenció: "Sellés debió haber dimitido hace tiempo, pero si continúa insistiendo es porque algo tiene que encubrir". Este sindicato ha sido un aliado clave para Merina, lo que le ha valido el apodo de "el candidato de Amyts".

A medida que la manifestación avanzaba, Merina enfatizó la evidencia de la supuesta con complicidad de Sellés con el secretario de la Comisión de Recursos, aunque este último negó que estuviera relacionado de ninguna manera. Las tensiones han llevado a que las disputas internas dentro del Icomem lleguen a los tribunales, con Merina presentando un recurso al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid. Están pidiendo medidas cautelares que frenen la decisión de invalidación hasta que se resuelva el litigio.

La situación es más que un simple conflicto electoral: refleja un profundo malestar dentro de la comunidad médica en Madrid, donde muchos consideran que la dirección del Colegio ha estado desconectada de las preocupaciones reales de los médicos, especialmente después de que la junta apoyara al Gobierno regional durante la huelga de atención primaria en 2022. Merina y su equipo de seguidores están decididos a luchar hasta el final para restablecer lo que consideran un derecho democrático sagrado.