En un giro inesperado de los acontecimientos, David Sánchez Pérez Castejón, hermano del presidente del Gobierno, se presentó el jueves ante la jueza Beatriz Biedma como imputado en un caso que está dando mucho de qué hablar. Durante su declaración, fue incapaz de aclarar las funciones y la ubicación de su puesto como Jefe de la Oficina de Artes Escénicas, un cargo que asumió en diciembre de 2022, tras haber sido Coordinador de los conservatorios musicales de la provincia desde 2017.

La jueza, sin dar tregua, cuestionó a Sánchez sobre su nuevo puesto y se mostró sorprendida por la falta de claridad en sus respuestas. "¿Qué es la Oficina de Artes Escénicas?", preguntó, a lo que él, tras titubeos, sólo pudo comentar que se encargaba de lo referente a las artes escénicas, dejando muchos cabos sueltos. Biedma insistió en que, como jefe de la oficina, debería conocer a sus subordinados y a los colaboradores, pero él únicamente mencionó a Ángel Seco, sin poder detallar mucho más.

La situación se tornó aún más turbia cuando la juez inquirió sobre las funciones específicas que desempeñaba en su nuevo despacho. Con un tono sarcástico, le preguntó acerca de la presencia de otros compañeros de trabajo, y Sánchez se vio obligado a reconocer que sólo había comenzado a trabajar con Luis Carrero recientemente. Sin embargo, quedó claro que gran parte de su tiempo había estado ausente debido a la convalecencia de su colaborador.

En un momento inesperado, el interrogatorio tomó un giro personal al revelarse que David reside actualmente en Portugal. A pesar de las preguntas insistentes sobre su frecuencia de asistencia al trabajo en España, admitió que no iba diariamente, alegando conexiones laborales que le mantenían en el país vecino.

La magistrada Biedma no se conformó con las evasivas y reafirmó su interés en conocer detalles sobre la razón por la cual se había creado su plaza y su relación con los demás empleados de la Diputación de Badajoz. En medio de esta intensa sesión, surgieron dudas sobre si la designación de su puesto había sido influenciada por su relación familiar con el presidente.

Este escándalo no solo pone en jaque la carrera de David Sánchez, sino que también cuestiona la transparencia y el funcionamiento de la Diputación de Badajoz. Con una relación profesional al borde del colapso y la sombra de la corrupción acechando, los próximos días serán cruciales para determinar el rumbo de esta historia que ha mantenido al público en vilo. ¿Es realmente capaz el hermano del presidente de llevar a cabo su trabajo o se encuentra en un puesto que no merece? La justicia sigue su curso y muchos esperan respuestas.