Recordando momentos inolvidables

En medio de una tormenta en Rumanía, donde el barro cubría nuestros pies y la música de Paul Kalkbrenner resonaba en el aire, me gritaron '¡Fara frica!' y sentí cómo más personas se unían a nosotros, compartiendo un amor que era palpable. Siempre que estabas conmigo, ese amor era inquebrantable.

Tu esencia multicolor

Eras un espíritu libre: italiana, inglesa, murciana, catalana y canaria. Tomabas cada raíz y la convertías en parte de tu esencia. Me enseñaste que somos parte de un todo, que cada ser y cada emoción están conectados.

Más que una actriz, un canal de amor

Nunca fuiste solo una actriz. Eras un canal, una voz que resonaba con las historias de los corazones dormidos. Cada personaje que interpretaste llevaba tu esencia, haciéndolos universales porque reflejaban la vida, la alegría y la tristeza de todos.

Reflexiones sobre la vida y la muerte

Recuerdo que siempre cuestionabas el sufrimiento en los funerales en España, abogando por celebrar la vida en lugar de lamentar la pérdida. Esa visión del mundo me marcó, como lo han hecho tus palabras y tu arte a lo largo de los años.

La ola de amor que dejaste atrás

Tu partida ha desencadenado una ola de amor en España, recordándonos a todos la importancia de unirnos en momentos difíciles. Solo deseo que ese amor se convierta en un tsunami que arrastre el dolor y la tristeza, que desfase el sufrimiento con alegría.

Un legado que perdura

Hoy, lloro y celebro. Te he visto volar libre y feliz, bailando como siempre soñamos. Espero seguir tu hermoso legado, sin miedo, descalzo y lleno de amor. Gracias por todo, Vero.

Con cariño, Alejandro García.