Elon Musk, el visionario CEO de SpaceX, ha establecido planes impresionantes para construir una ciudad autosuficiente en Marte, que requiere nada menos que mil cohetes Starship y un periodo de 20 años para su realización. Desde la fundación de SpaceX en 2002, Musk ha dedicado su carrera a convertir la ciencia ficción en realidad, y su utopía marciana está más cerca de lo que pensamos.

En el año pasado, mediante la instalación de un letrero que dice "Gateway to Mars" en su centro de operaciones en Starbase, Musk ha dejado en claro sus intenciones de llevar a la humanidad al planeta rojo. En una charla con la Mars Society, reveló su ambición inicial de crear un invernadero en Marte para despertar el interés por la exploración del planeta. Sin embargo, este sueño inicial se ha transformado en un deseo monumental de hacer de la humanidad una especie multiplanetaria.

La necesidad de mil cohetes Starship radica en la intención de trasladar a cientos de miles de personas a Marte cuando las condiciones planetarias sean favorables. Musk ha calculado que se requerirá lanzar cohetes 100 veces al año, llevando un megatón anual al espacio, lo cual significa la posibilidad de trasladar unas 100,000 personas cada vez que ocurran las sincronizaciones orbitales adecuadas entre la Tierra y Marte.

El costo de cada lanzamiento, según las estimaciones optimistas de Musk, sería de 2 millones de dólares, una cifra sorprendentemente baja comparada con los costos actuales de la industria espacial. Para ponerlo en perspectiva, lanzar un cohete Falcon Heavy cuesta alrededor de 50 millones de dólares. Si SpaceX puede mantener estos costos bajos y aumentar la capacidad de lanzamiento, la visión de Musk para una Marte poblada se volverá cada vez más probable.

Musk considera que si los lanzamientos comienzan en 2028, podríamos estar mirando hacia una ciudad de un millón de habitantes en Marte para el año 2050. Este enfoque audaz, aunque sigue siendo un desafío monumental, da vida a sus ideales de sostenibilidad y colonización espacial. Después de todo, el éxito de SpaceX y la creación de Starship ya están despertando el interés global y marcando un hito trascendental en los viajes espaciales.

A pesar de las críticas sobre la viabilidad temporal de sus planes, la perseverancia de Musk y el avance tecnológico de SpaceX siguen alimentando la esperanza de que la humanidad puede no solo soñar con Marte, sino también establecerse allí.

En resumen, los planes de Elon Musk no solo apuntan a colonizar Marte, sino a transformar nuestra percepción del lugar que habitamos en el universo. Su innegable ambición y el valor actual de SpaceX, que asciende a seis veces lo que era hace una década, apuntan a un futuro emocionante y lleno de posibilidades para la exploración espacial.