En un fervoroso mitin en Salem, Virginia, el expresidente Donald Trump hizo afirmaciones engañosas al declarar que había ganado en ese estado en sus campañas presidenciales anteriores. "Ganamos Virginia, ganamos todo sin duda", sostuvo, a pesar de haber perdido en 2016 y 2020 ante Hillary Clinton y Joe Biden, respectivamente. Las encuestas actuales indican que la actual vicepresidenta, Kamala Harris, podría tener ventaja en Virginia, aunque Trump busca captar la atención de los votantes mediante sus apariciones.

En Arizona, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, aprovechó un mitin para criticar los comentarios de Trump sobre "proteger a las mujeres... les guste o no", planteando la cuestión de los derechos reproductivos. Subrayó cómo las decisiones de Trump de nombrar jueces del Tribunal Supremo resultaron en la anulación de Roe versus Wade, causando grandes repercusiones para las mujeres.

Mientras tanto, Harris, en un acto en Charlotte, Carolina del Norte, instó a los votantes a participar en las elecciones del 5 de noviembre, brindando detalles logísticos sobre la votación. Aunque muchos asistentes ya habían votado anticipadamente, los republicanos prevén liderar el conteo en esta fase.

Por su parte, la candidata demócrata está utilizando eslóganes como "una presidenta para todos" en medio de un ambiente de protestas, donde algunos manifestantes han alzado sus voces en contra de temas relacionados con Palestina.

Frente a posibles disturbios en el entorno electoral, varios estados han activado a la Guardia Nacional para evitar desórdenes. Este estado de alerta se presenta en lugares como Washington y Oregón, donde el vandalismo reciente ha preocupado a las autoridades.

Desde el bando republicano, el senador J.D. Vance ha descalificado a Harris como "la candidata de más de lo mismo", argumentando que su campaña representa un continuismo de las políticas de Biden, mientras que Trump promete un cambio radical.

En Scranton, Pennsylvania, Biden amplificó su crítica a Trump y sus aliados, describiéndolos como "la clase de tipos a los que te gustaría dar una bofetada en el culo". La retórica de Biden resalta su frustración hacia las políticas republicanas que, según él, ignoran a la clase trabajadora.

El FBI, en un esfuerzo por contrarrestar la desinformación, emitió una alerta sobre videos falsos circulando en redes sociales, que afirman erróneamente que detuvieron a grupos por fraude electoral.

La candidata Kamala Harris enfatizó el cambio generacional en su discurso, destacando la importancia de escuchar y valorar la discrepancia de opiniones, en marcado contraste con la postura de Trump. Además, mencionó que más de 70 millones de estadounidenses ya habían votado anticipadamente, manifestando un récord de participación que podría influir en el resultado final de las elecciones.

Trump, por su parte, repitió acusaciones sobre que Harris lo habría llamado "Hitler", distorsionando así el mensaje de unidad que, según él, ella promulga. Esta campaña electoral se desarrolla en un clima de creciente polarización y expectativas de disturbios, lo que pone a prueba la estabilidad de la democracia estadounidense.

Finalmente, Georgia rompió récords de participación con más de cuatro millones de votos anticipados, reflejando un interés inusitado en estas elecciones cruciales.