En un épico encuentro, Francesco Acerbi se convirtió en el héroe del Inter al marcar un gol que forzó la prórroga en el crucial partido contra el Barcelona. Con el alma en un hilo, se despojó de su camiseta y mostró su venerada determinación, llevando a su equipo hacia la anhelada final de Múnich.

Acerbi, un defensor italiano con una vida marcada por la adversidad, dejó al descubierto más que su físico. Sus tatuajes cuentan historias en cada trazo, simbolizando una existencia repleta de luchas. Entre ellos, un emotivo recuerdo de Elías, un joven que conoció en un centro oncológico, quien le enseñó la formidable fuerza del espíritu humano incluso en las circunstancias más desoladoras.

No es solo un jugador en el campo; Acerbi ha lidiado con el cáncer testicular, superando dos diagnósticos desalentadores. En medio de realizar su sueño de formar parte del Sassuolo en 2013, la vida le arrojó un desafío devastador y la sombra del alcoholidad, un intento de olvidar la muerte de su padre.

A sus 23 años, Acerbi debutó en la Serie A, alcanzando su sueño de infancia de jugar en el Milan. Sin embargo, su vida personal se desmoronaba justo en ese momento. La llegada del cáncer lo hizo reevaluar su camino y buscar un nuevo significado en su carrera.

La transformación llegó tras una revelación sobre el poder de la mente. Con el tiempo, Acerbi dejó el alcohol y se dedicó a su bienestar, comenzando un nuevo capítulo de su vida. El verano de 2014 se convirtió en un campo de entrenamiento personal mientras enfrentaba sus demonios.

"El cáncer fue mi suerte", confiesa. A través de adversidades, se reorientó hacia un objetivo: ser feliz jugando. A pesar de algunas recaídas y un positivo en un control que se sobrepasó, la historia de su carrera ha sido una espiral ascendente.

En los últimos seis años, ha sido un habitual en la selección nacional, coronándose campeón de Europa en 2021. A pesar de estar en el banquillo durante las etapas clave del torneo, su experiencia y fuerza le han conferido una sólida presencia tanto en el Lazio como en el Inter, donde actualmente es una pieza clave bajo la dirección de Simone Inzaghi.

La decisión de Inzaghi de fichar a Acerbi, a pesar de las críticas iniciales por su edad y pasado milanista, demostró ser visionaria. Hoy, Acerbi es indiscutiblemente el pilar del equipo, y su lucha personal se ha convertido en un símbolo de perseverancia dentro y fuera del terreno de juego.