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El papel emergente de la UE tras la guerra en Gaza: ¿una nueva esperanza?

2025-01-18

Autor: Lucia

Después de más de un año de intensos enfrentamientos, comienza a perfilarse una posible salida del conflicto en Gaza, que se desató tras un ataque terrorista de Hamás contra Israel. Este ataque provocó una respuesta militar israelí devastadora, dejando un saldo de casi 45,000 palestinos muertos y más de 1,000 israelíes que también perdieron la vida, lo que acarreó una crisis humanitaria sin precedentes.

A medida que el mundo observa, Estados Unidos, Egipto y Qatar han estado negociando un acuerdo de alto el fuego en tres fases, que se espera entre en vigor el próximo domingo (19 de enero de 2025), lo que incluiría la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos.

Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha puesto en duda la conclusión del acuerdo, lo que genera incertidumbre y preocupación internacional.

En este contexto de tensiones, los 27 países de la Unión Europea (UE) buscan desempeñar un papel relevante en la mediación del conflicto. La Comisión Europea celebró los esfuerzos de mediación y manifestó su disposición a apoyar la implementación del alto el fuego. La UE planea destinar 120 millones de euros en 2025 para ayuda humanitaria, que incluirá alimentos, agua, refugio y atención médica, en respuesta a la alarmante situación en Gaza, donde cerca del 90% de los 2.3 millones de habitantes han sido desplazados.

La situación en Gaza es crítica. La ONU ha informado que más de 1.8 millones de personas están experimentando hambre extrema. A pesar de las promesas de ayuda, Israel continúa restringiendo la entrada de suministros, aunque la primera fase del acuerdo debería facilitar el paso de más asistencia humanitaria y el inicio de la retirada de tropas israelíes.

La UE también se plantea reactivar su misión de vigilancia en el paso fronterizo de Rafah, lo que podría convertirse en un pilar importante para el mantenimiento de la paz, siempre que haya del consentimiento de ambas partes.

El futuro político de Gaza sigue siendo incierto, y expertos advierten que la reconstrucción no podrá avanzar sin un plan claro de gobernanza y seguridad. La Autoridad Palestina, que tiene un control limitado sobre Cisjordania, es reconocida como el interlocutor legítimo ante la comunidad internacional, aunque su credibilidad democrática es cuestionada.

Asimismo, la UE enfrenta el desafío de influir en el desarrollo de la situación tras el alto el fuego, especialmente con la perspectiva del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, un fuerte defensor de Israel. La presión sobre Netanyahu para no ceder ante los aliados de línea dura en su gobierno podría complicar los esfuerzos de paz en la región.

Por otro lado, la colaboración activa de los gobiernos europeos con los países árabes, especialmente del Golfo, será crucial en este nuevo contexto político. La UE debe demostrar que sus compromisos pueden traducirse en acciones efectivas para contribuir a una paz duradera. ¿Podrá la UE ser el catalizador que la región necesita en este momento tan crítico? La respuesta está por verse.