Después de casi un año y medio de intenso conflicto, se empieza a ver un posible camino hacia la paz tras el ataque terrorista de Hamas en el sur de Israel que desató una respuesta militar sin precedentes. La destrucción en Gaza ha sido devastadora, con informes que indican la muerte de casi 45,000 palestinos y más de 1,000 israelíes.

La Unión Europea (UE) ha mirado desde la distancia mientras Estados Unidos, Egipto y Qatar trabajaban en un acuerdo de alto el fuego que se planea implementar en varias fases. Este acuerdo, programado para entrar en vigor el domingo 19 de enero de 2025, incluiría la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó dudas sobre su materialización, lo que generó gran tensión a nivel internacional.

A pesar de las divisiones internas y su limitado poder diplomático, la UE tiene la oportunidad de jugar un papel significativo en este proceso. Desde Bruselas, Anouar El-Anouni, portavoz de Exteriores de la UE, destacó que la Unión está lista para apoyar la implementación del alto el fuego y se comprometió a proporcionar un paquete de ayuda humanitaria de 120 millones de euros para Gaza en 2025, destinado a alimentos, agua, refugio y atención médica.

La situación en Gaza es alarmante, con cerca del 90% de sus 2.3 millones de habitantes desplazados debido a los constantes bombardeos israelíes. La ONU ha señalado que más de 1.8 millones de personas están sufriendo de hambre extrema. Aunque la entrega de ayuda se restringe fuertemente, la primera fase del acuerdo debería permitir un mayor acceso humanitario y el comienzo de la retirada de las tropas israelíes.

La UE planea contribuir, no solo con ayudas inmediatas, sino también con la reconstrucción de Gaza a largo plazo, colaborando con socios internacionales, incluyendo naciones del Golfo Pérsico. Además, se están considerando opciones para reactivar su misión de vigilancia en el cruce fronterizo de Rafah, que conecta Gaza y Egipto.

Sin embargo, el futuro político de Gaza es incierto. Hugh Lovatt, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), advierte que un plan efectivo para la gobernanza y la seguridad es crucial antes de considerar una reconstrucción sólida. La historia reciente muestra que el control de Hamas sobre Gaza ha persistido desde 2007, pero otros actores, como la Autoridad Palestina, también deberán jugar un papel esencial en el proceso.

Una cuestión complicada es cómo la llegada del ex presidente estadounidense Donald Trump, conocido por su apoyo incondicional a Israel, influirá en los eventos posteriores al alto el fuego. Lovatt señala que el nuevo liderazgo puede obstaculizar o facilitar la acción de la UE, dependiendo de cómo se alineen las políticas a nivel internacional.

La clave será el compromiso de los gobiernos europeos con una estrategia proactiva, buscando un diálogo constructivo con los países árabes y con la administración Trump. La capacidad de la UE para traducir sus buenos deseos en acciones efectivas será igualmente fundamental en el camino hacia la paz en la región.