Desde hace años, los ciudadanos de Utrech estaban ansiosos por ver completadas las obras de restauración de la emblemática Torre Dom, que había permanecido oculta bajo andamios durante aproximadamente cinco años. Con sus 112 metros de altura, esta es la torre más alta de los Países Bajos, y su reinauguración se convirtió en uno de los eventos más esperados y relevantes de la región. En una ceremonia memorable, la alcaldesa Sharon Dijksma y la Reina Máxima de 53 años inauguraron la nueva iluminación de la torre, sorprendiendo a todos con su espectacular atuendo.

Máxima de Holanda llegó radiante para el evento. Optó por un conjunto que combinaba una blusa y unos pantalones en un elegante color crudo, destacando especialmente los pantalones de pernera ancha y tela metalizada que parecían capturar la luz de la nueva iluminación. Este diseño sedoso, de la marca Shantung, complementaba a la perfección la blusa de otra de sus marcas favoritas, la firma belga Natan.

La blusa presentaba impresionantes mangas acampanadas oversize de lana, creando un cautivador contraste con la pieza principal. La reina completó su sofisticado look con un abrigo a juego, que no tenía solapas ni mangas, elevando aún más su estilo ante la multitud.

En cuanto a los accesorios, Máxima eligió pendientes plateados de tamaño XXL, una cartera de mano en gris claro, botines en color crudo con tacón ancho y guantes a juego, lo cual resultó en un impresionante look monocromático y muy chic.

Para realzar su belleza, decidió llevar su cabello rubio peinado hacia atrás, optando por un maquillaje que, aunque llamativo, era perfectamente adecuado para un evento nocturno. Sus labios en un profundo color burdeos, tendencia de la temporada, y sus ojos en tonos oscuros, hacían que su apariencia fuera digna de admiración, estableciendo un nuevo estándar de elegancia para la próxima temporada de eventos.

El encendido de la Torre Dom fue un espectáculo que atrajo a miles de ciudadanos, que se unieron a la celebración acompañados por el sonido de las campanas de la torre. Se ofrecieron diversas actuaciones de artistas locales, y la Reina Máxima aprovechó la ocasión para interactuar con los trabajadores que habían contribuido a la restauración de la torre, un proceso que incluyó la evaluación de 10,000 piezas de la estructura.

Por si fuera poco, la reina disfrutó también del festivo desfile luminoso de Sint Maarten, una celebración cristiana que entusiasma a los niños, quienes recorren las calles con farolillos cantando a las puertas en busca de caramelos. Máxima mostró su lado más cercano y natural en esta divertida ocasión.

Esta celebración se produjo poco después del último viaje de la reina, quien también ha desempeñado el rol de Defensora Especial para la Salud Financiera del Secretario General de las Naciones Unidas durante los últimos 15 años, un trabajo que la ha llevado a diferentes eventos alrededor del mundo. Recientemente, participó en un evento económico crucial en Singapur, donde se reunió con el Primer Ministro Lawrence Wong y ofreció una charla informativa moderada por el fundador de Flourish Ventures, Tilman Ehrbeck, en el Global Fintech Hackcelerator.

Sin duda, Máxima de Holanda continúa deslumbrando con su elegancia y compromiso social, convirtiéndose en un referente de estilo y acción para todos.