El Liverpool ha confirmado su dominio en la Premier League una vez más, destrozando al West Ham (0-5) en el London Stadium. Este resultado llega tras una contundente victoria anterior por 5-1 en septiembre en la Carabao Cup, lo que ha dejado a los 'hammers' de Julen Lopetegui en una situación crítica. Con esta victoria, los 'reds' se coronan campeones de invierno y se llevan consigo un colchón de ocho puntos en la tabla.

Lopetegui decidió implementar una defensa de cinco hombres, consciente del formidable rival que enfrentaba. Sin embargo, el Liverpool no tardó en demostrar por qué son considerados uno de los mejores equipos de la liga. Alphonse Aréola, quien regresaba a la titularidad tras la lesión de Lukasz Fabianski, tuvo que realizar intervenciones sobresalientes para evitar un marcador aún más abultado. Una de las paradas más destacadas fue un remate peligroso de Luis Díaz, que pudo terminar en gol.

El West Ham, impotente ante el ritmo frenético del Liverpool, intentó sobrevivir en el primer tiempo, pero la presión fue abrumadora. Luis Díaz, tras haber comenzado el partido en el banquillo contra el Leicester, demostró que su regreso al once inicial era necesario al abrir el marcador en el minuto 30 después de un rebote. Además, el colombiano se mostró como un falso '9', dejando claro que se ha adaptado perfectamente a su rol en el equipo.

Poco después del primer gol, el West Ham casi logró la igualdad con un tiro de Kudus que se estrelló en el poste, un momento donde la suerte pareció sonreír a los de Lopetegui. Sin embargo, el Liverpool no perdió tiempo para castigar esta oportunidad fallida, duplicando su ventaja con un gol de Cody Gakpo tras una asistencia de Mohamed Salah. Este último, que se ha convertido en uno de los máximos asistentes de la Premier, también llegó a la impresionante cifra de 20 goles en ocho temporadas consecutivas.

¡Salah sigue rompiendo récords!

En un intento desesperado por cambiar el rumbo del partido, Lopetegui hizo cambios en el descanso introduciendo a Todibo y Füllkrug, pero el Liverpool continuó arrasando con su juego devastador. En el minuto 54, Trent Alexander-Arnold se unió a la fiesta con un potente disparo que dejó a Aréola sin opciones. La celebración del defensor generará comentarios y especulaciones en los medios sobre lo que vendrá a continuación.

Con esta victoria, el Liverpool no solo se establece como un claro favorito para el título, sino que también deja caer una advertencia a sus rivales: van en serio y no tienen intención de aflojar el paso. ¿Podrá alguien detener al Liverpool en su marcha triunfal hacia el título? ¡No te lo pierdas!