Descubre la España que cautivó a Gertrude Stein y Edith Wharton
2025-01-06
Autor: Lucia
La llegada de Fanny Bullock Workman a cada rincón de la España de 1895 debió ser un espectáculo asombroso. No solo por su elegante vestido hasta los tobillos y su estrafalario sombrero blanco, ni por las mochilas que portaba como único equipaje, y mucho menos por la pistola que empuñaba como defensa. Lo verdaderamente extraordinario fue la bicicleta con la que esta geógrafa, montañista y escritora estadounidense recorrió junto a su esposo, William Hunter Workman, gran parte de la Península Ibérica, desde Portbou hasta Algeciras por la costa, haciendo una parada obligatoria en Granada y viajando de Sevilla a Irún. Su experiencia la plasmó en el libro "España en bicicleta" (publicado por Ediciones Casiopea, 2019), el cual la sitúa como una de las 10 escritoras estadounidenses, junto a figuras destacadas como Gertrude Stein y Edith Wharton, presentes en la investigación multidisciplinar titulada "Viajeras estadounidenses explorando España (1880-1936)", que ya está disponible en el portal de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante.
Según Sara Prieto, profesora de Literatura Norteamericana en la UA e investigadora principal del proyecto, estas autoras eran "mujeres acomodadas con una sólida trayectoria literaria" que compartían una fuerte conciencia social, especialmente en lo que respecta a los derechos de las mujeres y la educación de las niñas. Estaban particularmente interesadas en el patrimonio cultural y la situación política del país, buscando signos de modernidad en una España que, en ese momento, se enfrentaba a un periodo convulso de cambios políticos y negociaciones con Estados Unidos que culminaron con la pérdida de las colonias y el inicio de la Guerra Civil.
En este contexto histórico, España no era el destino habitual de los viajeros de élite; en lugar de ello, quedaba fuera del "Grand Tour" que solía centrarse en Italia, y presentaba un desafío mayor para los viajeros que, en general, preferían visitar países más accesibles como Francia o Inglaterra.
Para estas escritoras, aventurarse en la Península entre los siglos XIX y XX representaba una ruptura con las convenciones. Aunque cada una tenía sus motivos particulares; por ejemplo, Stein viajó porque era amiga de Picasso y Juan Gris. En 1901, emprendió su viaje a España junto a su hermano y relató a su compañera Alice B. Toklas su fascinación por Granada, describiéndola como "preciosa" y muy diferente de como había imaginado a través de libros ilustrados. Stein regresó varias veces entre 1911 y 1915, buscando refugio en Mallorca durante la Primera Guerra Mundial. Para ella, España significaba el lugar donde florecía la abstracción, y sus experiencias se entrelazaron en muchos de sus textos y poemas.
Edith Wharton, por su parte, pisó España por primera vez en 1866, cuando apenas tenía cuatro años. En su autobiografía, "Una mirada atrás", mencionó cómo ese viaje despertó su "incurable pasión por la carretera". La autora de "La edad de la inocencia" volvió en varias ocasiones, atraída por el rico patrimonio cultural, realizando visitas a lugares emblemáticos como la Alhambra, las cuevas de Altamira y diferentes rutas del Camino de Santiago. En sus recuerdos, Wharton expresa su deseo de regresar a España con compañeros que compartieran su espíritu aventurero, anhelando explorar sitios más remotos.
Otro testimonio fascinante proviene de Maud Howe Elliot, amiga íntima del director del Museo del Prado, José Villegas, quien utilizó su influencia en el mercado del arte estadounidense. En su libro "Sol y sombra en España" (1908), queda registro de dos de sus itinerarios por el país.
Aunque muchas de estas autoras, como Caroline Earle White, pionera del animalismo, no son tan reconocidas hoy, tuvieron admiradores en su época. White ofreció en su libro "A holiday in Spain and Norway" (1894) una perspectiva sobre la tauromaquia que contrasta radicalmente con la de hombres como Hemingway; ella la consideraba no como una fascinante tradición, sino como una cruel tortura.
Hoy, la obra y el legado de estas escritoras cobran nueva vida, recordándonos que la historia de la literatura no es solo un relato de hombres. Su curiosidad e interés por una España en transformación abren un diálogo sobre la importancia de la perspectiva femenina en la narración de viaje y la construcción cultural. ¡Un viaje fascinante a través del tiempo y el espacio que no querrás perderte!