La gran noche estaba preparada para deslumbrar. Se había anunciado a bombo y platillo que la famosa actriz estadounidense Anne Hathaway, embajadora de ONU Mujeres, entregaría un galardón al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaban.

Aunque Pedro Sánchez estuvo presente, Anne Hathaway no pudo asistir debido a problemas personales de último minuto. El evento estaba diseñado para ser uno de los momentos más destacados de la Semana de Alto Nivel de la ONU. A pesar de las expectativas, el ministro de Transportes, Óscar Puente, había señalado con confianza que el encuentro con la actriz superaría cualquier interacción política, incluso con los líderes opositores como Feijóo.

La gala, organizada por ONU Mujeres y con motivo del décimo aniversario de la iniciativa "He For She" (Él por ella), debería haber contado con Hathaway como moderadora. La ausencia de la actriz generó muchas especulaciones y decepciones, pero el presidente recibía su reconocimiento a través de otra persona.

En su discurso durante la cena, Pedro Sánchez reclamó la importancia de "alzar la voz" en busca de la igualdad de género, un tema que él considera aún lejano en muchas partes del mundo. A pesar de que España es vista como un modelo de igualdad, Sánchez advirtió sobre el retroceso en los derechos humanos en diversas regiones.

"La igualdad de género no es una realidad; en muchos lugares sigue siendo solo una aspiración. No se trata de un lujo, sino de una necesidad urgente". Estas palabras resonaron en la sala, subrayando la dedicación de su gobierno hacia la causa feminista, que ha sido una prioridad en su agenda política.

Sánchez enfatizó que defender los derechos de las mujeres no es solo un objetivo, sino una responsabilidad colectiva que debe unirse contra cualquier tipo de retroceso. A medida que se acercan elecciones, sus declaraciones han revitalizado el diálogo sobre la igualdad de género y los desafíos que aún deben enfrentarse a nivel global.