Un tornado ha dejado una estela de destrucción en La Cala de Mijas, Málaga, donde se ha llevado por delante la terraza y el lavadero de una gasolinera. Este potente fenómeno meteorológico también ha causado daños en los tejados de varias viviendas en el área residencial de La Noria. Fuentes de los Bomberos de la localidad han confirmado que, afortunadamente, "no hay que lamentar víctimas", aunque los momentos previos al paso del tornado fueron de gran angustia tanto para el personal como para los clientes.

Inés, una empleada de la gasolinera, compartió la emocionante historia de un cliente que, justo cuando el tornado se acercaba, se encontró atrapado fuera. Las puertas del establecimiento se quedaron bloqueadas y, al final, lograron abrirle, permitiendo que se refugiara en el interior justo a tiempo. "Hoy ha vuelto a nacer", comentó Inés, reflejando la inquietud de la situación.

El fenómeno no se limitó solo a Mijas. A lo largo de la mañana, la Costa del Sol occidental fue testigo de al menos tres trombas de agua y un tornado, que aunque causaron daños materiales, no dejaron heridos. En Marbella, una impresionante manga marina llegó hasta la playa del Cable, donde se disolvió al tocar un árbol. Otro tornado se observó en la playa de Cabopino, arrojando por los aires la cubierta de un chiringuito que permaneció suspendida en el aire durante varios minutos, un espectáculo impactante y aterrador.

Además, un tercer fenómeno se presentó en la zona de Puerto Banús, que también produjo daños materiales leves. Los bomberos de la región siguen en alerta debido a la posibilidad de que más incidentes ocurran a causa de la dana que afecta la zona.

La situación en Málaga es crítica, ya que gran parte de la provincia se encuentra en aviso rojo -riesgo extremo- por fuertes lluvias. En lo que va de la jornada, se han registrado más de 100 litros por metro cuadrado en diversas localidades, incluyendo Guadalhorce, Axarquía y la capital malagueña. La naturaleza ha demostrado una vez más su fuerza y la comunidad se une para recuperarse de este evento devastador.