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El impacto de Miguel Ángel Ramírez en el Real Zaragoza: ¿Cambio o continuidad?

2025-01-12

Autor: Laura

La llegada de un nuevo entrenador siempre despierta esperanzas y expectativas entre los aficionados. Miguel Ángel Ramírez debutó con un estilo claro y definido en su primer partido al frente del Real Zaragoza, presentándose con un esquema sólido: una defensa de cinco con Lluís López, Bernardo Vital y Clemente como centrales, mientras que Calero y Tasende ocuparon los laterales. En el mediocampo, eligió a Keidi Bare y Marc Aguado, respaldados por Aketxe y Liso, dejando a Iván Azón como delantero. Sin embargo, Azón, conocido por su físico imponente, pasó más tiempo en el suelo que en pie, lo que generó preocupación sobre su capacidad para imponerse en el área rival.

Desde el inicio, el Zaragoza de Ramírez mostró una intención clara de presionar al adversario, intentando ahogar las jugadas del Elche con líneas defensivas altas. A pesar de perder la posesión del balón, el equipo se mantuvo organizado, lo que le permitió evitar situaciones comprometidas, aunque también significó que durante la primera parte apenas crearon ocasiones de gol. Solo algunas inquietantes llegadas, que Poussin tuvo que responder con intervenciones firmes, ilustraron el escaso peligro generado por los zaragozanos.

La segunda mitad continuó con la misma tónica. Aketxe fue quien más cerca estuvo de marcar, pero su disparo se perdió por encima del arco cuando apenas comenzaba el segundo tiempo. A medida que el partido avanzaba, el juego seguía decantándose hacia un empate que, aunque era un resultado valioso contra un rival de calidad que competía por los playoffs, no satisface las aspiraciones de un club como el Zaragoza, que anhela regresar a la élite del fútbol español.

La estrategia de Ramírez se centró en desactivar el ataque del Elche y esperar alguna oportunidad en contragolpe, lo que resulta comprensible ante un rival con más calidad en la posesión. Sin embargo, esta táctica ignora la necesidad urgente de marcar y ganar, algo que se volvió evidente cuando el Elche, aprovechando un error defensivo, logró el gol de la victoria en el último instante del encuentro.

La pregunta que queda en el aire es si este enfoque cauteloso de Ramírez podrá traducirse en resultados positivos a largo plazo. Los aficionados están ansiosos por ver un cambio significativo y un estilo de juego más atrevido. Para el técnico canario, es crucial encontrar un equilibrio entre la solidez defensiva y la ambición ofensiva. El tiempo está corriendo, y el futuro del Real Zaragoza podría depender de su capacidad para adaptarse rápidamente a las demandas del club y su apasionada afición.