"Sabíamos que tenía preferencia por las chicas jóvenes y rubias, así que evitamos dejarlas a solas con él". Esta afirmación, que refleja la preocupación de un pasado inquietante, ha resonado con fuerza en el mundo del Fulham femenino tras la reciente controversia.

El jueves, el documental y podcast titulado 'Al Fayed: Un depredador en Harrods' desató un torbellino de reacciones en Inglaterra. En la producción, cinco mujeres relatan a la BBC que fueron víctimas de abuso sexual por parte del egipcio Mohamed Al Fayed, el expropietario de los icónicos grandes almacenes londinenses, Harrods.

Más de 20 extrabajadoras han denunciado que Al Fayed -quien falleció en agosto del año pasado a los 94 años- abusó sexualmente de ellas en diversas ciudades como Londres, París, Saint-Tropez y Abu Dhabi. En un giro escalofriante, horas después de la divulgación inicial, se reportó que el número de víctimas de Al Fayed había ascendido a 37. La BBC también informó que Harrods, durante el tiempo que Al Fayed estuvo al mando (1985-2010), no intervino ni tomó medidas para frenar estos abusos, contribuyendo a su encubrimiento.

El escándalo no se limita al sector minorista. Al Fayed fue propietario del Fulham FC durante 16 años, lo que ha generado repercusiones en el ámbito futbolístico además del social. Gaute Haugenes, exentrenador del equipo femenino entre 2001 y 2003, se pronunció sobre el tema, expresando que hubo conciencia sobre las inclinaciones de Al Fayed. "Era evidente que le gustaban las chicas jóvenes y rubias, así que tomamos precauciones para proteger a nuestras jugadoras", declaró Haugenes. Aunque ninguna de las denuncias corresponde a mujeres vinculadas al club, el temor persiste, y los abogados no descartan que puedan surgir más testimonios.

La reacción del Fulham FC no se ha hecho esperar. En un comunicado reciente, expresaron su profunda preocupación por las alarmantes revelaciones en el documental de la BBC. "Nuestra más sincera empatía a las mujeres que han compartido sus experiencias. Estamos trabajando para determinar si alguien en el club se ha visto afectado por estas situaciones", afirmaron, alentando a cualquier persona que tenga información o experiencias relacionadas a comunicarse con el club o con la policía.

Con este contexto sombrío, es un momento crucial para que el Fulham FC y sus seguidores se enfrenten a la realidad de estos alegatos y aseguren un ambiente seguro y respetuoso para todos sus miembros. La sombra de las acusaciones a Al Fayed no solo afecta a las mujeres que han alzado la voz, sino que plantea preguntas sobre la responsabilidad y la cultura dentro de organizaciones que deberían priorizar la seguridad y el bienestar de sus empleados y jugadores.