El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, se presentó el 12 de diciembre en el Tribunal Supremo para declarar de forma voluntaria ante el juez Leopoldo Puente en relación al controvertido caso Koldo, donde se ven implicados varios escándalos políticos.

Durante más de tres horas de declaración, Ábalos desnudó temas sensibles como su relación con el empresario Víctor de Aldama, la compra de mascarillas durante la pandemia, y la adjudicación de contratos para obras de carretera, dejando a todos los presentes intrigados por la magnitud de sus afirmaciones.

Pero lo que más llamó la atención fue su relato acerca de su sorpresivo cese del Partido Socialista. Según él, la decisión de Pedro Sánchez no fue acompañado de ningún tipo de justificación o explicación. Ábalos expresó que lo vio como una "pérdida de confianza" y señaló: "Puedo especular, especuló todo el mundo, pero el presidente no me comunicó ninguna razón... A nivel privado no me dio ninguna", enfatizando la desconcertante naturaleza de su despido.

El momento clave sucedió cuando Sánchez lo convocó en Moncloa, donde le comunicó que su trayectoria juntos había llegado a su fin. "Fue un mensaje directo y claro, pero me dejó con muchas preguntas sin responder. Era como si el viaje que habíamos compartido hubiera terminado de manera abrupta", agregó.

Ábalos, sintiéndose en una posición incómoda tras el cese, decidió renunciar a su puesto como Secretario de Organización, afirmando que había dejado de ser un aliado y se había convertido en "un obstáculo" para el partido. A solo una semana de la reunión crucial, Ábalos presentó su carta de dimisión, admitiendo que las circunstancias le forzaron a tomar esa decisión.

Además, durante su comparecencia, Ábalos destacó a Santos Cerdán como el responsable de traer a Koldo García a su círculo de confianza. Cerdán fue quien le recomendó como conductor en diversos eventos del PSOE, algo que Ábalos atribuyó a su conexión personal tras varias visitas a Navarra en 2016. Como resultado, le ofreció un puesto como asesor, señalando cómo las relaciones personales pueden influir en la política y las decisiones de alto calibre.

Este testimonio ha generado un eco en los medios y ha llevado a numerosas especulaciones sobre el futuro del Partido Socialista y la dirección que tomará bajo el liderazgo de Sánchez. ¿Cuáles serán las repercusiones de este escándalo? Los analistas políticos están al borde de sus asientos, anticipando posibles giros en la trama.