La incertidumbre acecha a los mercados mientras los inversores permanecen expectantes ante la inminente reunión de la Reserva Federal. Esta semana, el Ibex ha demostrado su resistencia, logrando un aumento del 0,35%, manteniéndose en niveles que no se veían desde 2015. A pesar de una jornada sin rumbo claro en la que muchos índices parecían tambalear, el selectivo español se mantuvo firme.

Sin embargo, no todo fue positivo para el Ibex. CaixaBank y Repsol actuaron como lastres en su desempeño. El entorno actual de tipos de interés bajos ha impactado negativamente a la financiación del sector bancario. CaixaBank sufrió una caída del 0,98%, mientras que Unicaja y Bankinter cayeron un 1,87% y un 0,28% respectivamente. Los precios del crudo también posaron una sombra sobre Repsol, que vio recortadas sus recomendaciones en un 1%.

Entre las caídas destacadas, Indra perdió un 1,43% y Grifols, tras un notable aumento de más del 10% en las últimas tres sesiones, experimentó un retroceso del 1,37%, mientras lucha por sostenerse sobre los 10 euros mientras espera información sobre la opa de Brookfield.

En contraposición, las empresas del sector utilities y Rovi brillaron en el mercado. Enagás se disparó un 2,18%, Iberdrola incrementó un 0,86% y tanto Redeia como Solaria registraron aumentos del 1,22%. Rovi, por su parte, anotó un 1,7% tras recibir un informe que eleva su precio objetivo a 100 euros, lo que implica un potencial de crecimiento de un 33,4%.

Los analistas advierten sobre la creciente incertidumbre respecto a cómo la Fed manejará los tipos de interés. "Nunca ha habido tanta indefinición sobre las intenciones de los bancos centrales. Están en una encrucijada, lidiando entre los signos de debilidad económica y la persistente inflación”, comenta un analista de Edmond Rothschild. Mientras tanto, los inversores actúan con precaución, resultando en movimientos mínimos en las bolsas europeas. El Dax alemán cedió un 0,38%, el Euro Stoxx 50 un 0,4%, el Cac francés un 0,29%, mientras que el Mib italiano se mantuvo plano (-0,01%) y el FTSE británico subió ligeramente un 0,065%.

Al cierre de los mercados europeos, Wall Street mostraba un comportamiento mixto. Mientras el Dow Jones lograba un notable aumento del 3%, el S&P 500 y el Nasdaq retrocedieron un 0,22% y un 0,98% respectivamente. Las grandes tecnológicas continuaron su tendencia a la baja, lastradas por las caídas en Apple, que cedió un 2,7% tras un informe que señala una demanda inferior a la esperada del nuevo iPhone 16.

Los rendimientos de la deuda a 10 años en España se mantenían por debajo del 3%, mientras que la deuda alemana en un plazo similar se situó en el 2,11%. A medida que se intensifican las expectativas de recortes de tipos de interés en EE. UU., se observa un impacto significativo en el mercado de deuda, con bonos a dos años alcanzando 3,54%, los niveles más bajos desde septiembre de 2022.

La debilidad del dólar y los bajos rendimientos de la deuda han impulsado el oro, que ha alcanzado un máximo de 2,580 dólares. Los analistas creen que los próximos recortes de tipos y la preocupación por una desaceleración económica mantendrán al oro como un activo refugio atractivo para los inversores.

Con todo esto en mente, el futuro del Ibex y otros índices se mantiene incierto, pero el impulso de sectores como el energético y la confianza en empresas como Rovi podrían ofrecer un respiro en estos tiempos turbulentos.