En un emocionante episodio de 'La Revuelta', David Broncano recibió a Manuel Turizo, el popular cantante colombiano conocido por su éxito internacional 'La Bachata'. Apenas un día después de la visita de Ana Mena, Turizo llegó al programa, revelando una sonrisa contagiosa y una actitud desenfadada. Sin embargo, lo que comenzó como una conversación amena se transformó rápidamente en un fascinante juego de revelaciones.

David Broncano, siempre astuto, decidió tomar el móvil de Manuel para descubrir cuántas horas pasaba el artista en las redes sociales. Con una curiosidad palpable, Broncano hizo la pregunta clave: "¿Cuánto tiempo le dedicas a tu móvil?". Manuel, confiado, respondió que eso dependía de si estaba trabajando o no. Sin embargo, la verdad estaba a punto de salir a la luz.

Tras solicitar que accedieran a la función de 'tiempo de uso', David comenzó a explorar el teléfono de Turizo. Las cifras eran abrumadoras: ¡un promedio diario de 11 horas! Y el día anterior, ¡nada más y nada menos que 17 horas! "¿Cómo lograste tanto tiempo en el móvil?", inquirió Broncano. Manuel, consciente de que la situación se le escapaba, intentó justificar su tiempo, mencionando que pasaba muchas horas revisando mezclas y contactando a otras personas. Sin embargo, Broncano no se dejó engañar: "¡Esas ocho horas son Instagram! No seas sinvergüenza!", expresó entre risas mientras el público aplaudía.

A pesar de los intentos de Manuel de defender su uso intensivo de las redes sociales como parte de su 'trabajo', Broncano y los espectadores no podían contener la risa. En el fondo, la anécdota dejó al descubierto un tema relevante: el uso excesivo del móvil entre los artistas contemporáneos, que, aunque puede ser justificado como parte de su profesión, plantea la pregunta de hasta qué punto las redes sociales influyen en sus vidas diarias.

Manuel no solo se defendió, sino que también se atrevió a mostrar un poco de su mundo en Instagram, donde compartió parte de sus intereses y su conexión con sus seguidores. Al final del programa, quedó claro que, a pesar de la broma, el uso de la tecnología es un aspecto cada vez más central en la vida de los músicos, lo que genera tanto críticas como risas.