La rivalidad entre Jeff Bezos y Elon Musk, los dos hombres más ricos del mundo, alcanza nuevas alturas con el inminente lanzamiento del cohete New Glenn de Blue Origin, que desafía la supremacía de SpaceX en el espacio.

Si bien Musk lidera el camino con sus cohetes Falcon y la red de satélites Starlink, Bezos no se queda atrás. Su New Glenn, que se lanzará el 10 de enero desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, tiene como objetivo situar cargas de hasta 45 toneladas en órbita terrestre baja, superando la capacidad del Falcon 9 de SpaceX, que puede llevar solo 23 toneladas.

Este cohete de 98 metros de altura competirá no solo con Falcon 9, sino también con el poderoso Falcon Heavy, y, aunque aún está detrás del gigantesco Starship de SpaceX, que puede poner 150 toneladas en órbita, el New Glenn está diseñado para la reutilización efectiva de su primera etapa, desafiando el modelo económico que SpaceX ha popularizado.

Con una ventana de lanzamiento que se extenderá hasta el 10 de enero si surgen problemas, el New Glenn deberá alcanzar varios hitos, incluyendo la exitosa recuperación de su primera etapa en el océano Atlántico. Esto sería un logro monumental, ya que ningún cohete ha repetido el primer vuelo exitoso con componentes recuperados.

Además de su ambición de competir en el espacio, Blue Origin planea lanzar una red de satélites llamada Kuiper, que incluirá más de 3.000 satélites para proporcionar internet de alta velocidad, rivalizando directamente con Starlink de SpaceX.

La historia detrás de Blue Origin es fascinante. Aunque fue fundada en 2000, dos años antes que SpaceX, han priorizado la confiabilidad sobre la rapidez, llevando su tiempo en desarrollar tecnologías robustas. El cohete New Shepard, que ha transportado a 47 personas a la frontera del espacio, representa un hito en su estrategia suborbital.

Los planes de Bezos no terminan aquí. Blue Origin ya tiene contratos con la NASA para lanzar sondas a Marte y está colaborando con Amazon para desplegar su red de satélites Kuiper. Además, Bezos ha anunciado la construcción de su estación espacial privada, Orbital Reef, que promete ser un centro de turismo espacial y actividades comerciales en órbita.

Mientras tanto, tanto Musk como Bezos han acercado sus posturas con el presidente electo Trump, buscando aprovechar sus posiciones en la nueva administración. Con sus respectivas influencias, podrían redefinir el sector espacial estadounidense.

¿Logrará el New Glenn del gigante de la tecnología Jeff Bezos desbancar a SpaceX en la carrera espacial? ¡Estén atentos, ya que el espacio se calienta para esta batalla titánica!