En el último Gran Derbi, Jesús Navas, el emblemático capitán del Sevilla FC, se convirtió en el alma de su equipo al llevar a la afición en volandas. Enfrentándose al eterno rival, el Real Betis, el encuentro se vivió con una intensidad que solo estos clásicos pueden ofrecer. Un gol de Lukebakio desde el punto penal al inicio de la segunda mitad inclinó la balanza a favor de los sevillistas, que demostraron una determinación inquebrantable.

El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán vibró con la energía de miles de aficionados, que no podían apartar la mirada del capitán palaciego. A pesar de que el Sevilla FC terminó el partido con un jugador menos, la entrega y el coraje de los jugadores, encabezados por Navas, resultaron en una victoria memorable que encendió los corazones de los hinchas.

Momentos previos al partido fueron igualmente electrizantes; la llegada del equipo al estadio, las palabras de aliento en el vestuario y la pasión durante la celebración del gol llenaron la atmósfera de orgullo y esperanza. La alegría desatada en el vestuario tras la victoria fue el reflejo de un equipo que sigue soñando en grande.

No se puede ignorar la importancia de Navas, no solo como jugador, sino como líder y símbolo del Sevilla FC. Su experiencia y su amor por el club son invaluables en cada encuentro. Con actuaciones como estas, Navas refuerza su legado y posiciona al Sevilla FC una vez más en el camino hacia el éxito. ¡El derbi vivió, y con él, la gloria del Sevilla FC!