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El Gobierno pospone la cuestión de confianza exigida por Junts y desafía a Puigdemont a definir su postura con el PSOE

2025-01-16

Autor: María

La Mesa del Congreso ha decidido no aprobar hoy la tramitación de la proposición no de ley presentada por Junts, que busca que la Cámara se pronuncie sobre la necesidad de que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza.

El Gobierno, respaldado por PSOE y Sumar, quienes dominan la Mesa, ha elegido aplazar el conflicto, buscando tiempo para continuar negociando con Carles Puigdemont, en un intento de encontrar términos que lo lleven a retirar su propuesta.

Hasta el momento, no se ha recibido reacción oficial por parte de Junts ante esta decisión, a pesar de que fuentes del Congreso consideran que no plantearán objeciones al aplazamiento. Tendremos que esperar a la reunión de mañana, en la que Puigdemont se encontrará con la cúpula del partido en Bruselas, para determinar si aceptan la demora o si la interpretan como un desafío, decidiendo así adoptar medidas más radicales contra el Ejecutivo.

"No hay prisa" es el argumento que esgrimen fuentes de la Presidencia del Congreso, justificando la falta de decisión definitiva sobre la propuesta de Junts hoy. Esta es la segunda vez que el órgano rector de la Cámara enfrenta este tema, alegando que es un asunto "jurídicamente complicado" con posibles precedentes legales complicados.

El planteamiento de las autoridades es que, siendo una proposición no de ley, su eventual aprobación no tendría efectos jurídicos vinculantes para el Gobierno, lo que resta urgencia a su aceptación. Además, se señala que no se puede considerar realmente un aplazamiento, porque no se había fijado una fecha concreta para la decisión. La presión comenzará cuando se inicie el periodo activo de sesiones en febrero, momento en el que Junts podrá presentar nuevas proposiciones.

La proposición de Junts solicita que el Congreso debata y vote si el presidente del Gobierno debe someterse a una prueba de confianza en la Cámara. Aunque es probable que lograran una mayoría suficiente si se lleva a votación, sus efectos serían limitados, ya que la decisión de someterse a una cuestión de confianza es exclusivamente del jefe del Ejecutivo.

Desde La Moncloa, se advirtió que Sánchez no aceptará someterse a una moción de confianza, considerándola una propuesta "extemporánea". Sin embargo, las razones detrás de esta negativa pueden anticipar un temor a perder el apoyo en el Congreso, lo que implicaría, de inmediato, la dimisión del presidente.

Recientemente, el Ejecutivo anticipó que no permitiría la tramitación de la propuesta de Junts, forzando a PSOE y Sumar a votar en contra en la Mesa del Congreso. Sin embargo, evitar este paso radical que podría limitar el debate político legítimo en la Cámara y ha preferido prolongar las negociaciones con Junts, alegando la necesidad de estudiar más a fondo la respuesta jurídica adecuada.