El Fin de la Burbuja China: ¿El Inicio de una Nueva Era en el Fútbol?
2024-12-29
Autor: Carmen
En la vida, la ambición desmedida puede llevar a las más profundas decepciones. Un claro ejemplo es la trayectoria del fútbol en China, que comenzó como un sueño pero terminó en una crisis sin precedentes. La historia de este deporte en el gigante asiático se remonta a 2011, cuando Xi Jinping, entonces vicepresidente, soñaba con convertir a China en una potencia mundial en fútbol, un deporte que había quedado en el olvido comparado con el tenis de mesa.
Cuando Jinping asumió la presidencia en 2013, se propuso un plan ambicioso que incluía la construcción masiva de campos de fútbol y la inclusión del deporte como asignatura obligatoria en las escuelas. Estableció tres objetivos: clasificar a una Copa del Mundo, organizarla y ganarla antes de 2050.
Para lograr su sueño, Jinping buscó colaborar con los mejores, especialmente con la selección española, que en ese momento era la campeona del mundo. Así, comenzó una incesante búsqueda de entrenadores y futbolistas extranjeros, que desembocó en la llegada de grandes estrellas a la Superliga China, incluyendo a jugadores renombrados como Oscar y Hulk. Atraídos por sueldos exorbitantes, estos futbolistas se convirtieron en la cara de un nuevo capítulo del fútbol mundial.
Sin embargo, esta burbuja se desinfló rápidamente. A pesar de la inversión colosal, los equipos chinos no lograron un rendimiento competitivo acorde a sus gastos. En la Champions de Asia, únicamente dos equipos chinos se llevaron el título entre 2013 y 2015. La corrupción y la mala gestión dentro de algunas de las organizaciones deportivas también contribuyeron al colapso financiero.
El COVID-19 fue el golpe final para el fútbol chino. Con competencias paradas durante un año y estadios vacíos tras la reanudación, las pérdidas económicas fueron devastadoras. Además, la crisis del sector inmobiliario, que sostenía la mayoría de los clubes de fútbol, provocó que varios de ellos se hundieran en deudas. El Jiangsu Football Club, campeón de liga, cerró sus puertas en febrero de 2021, simbolizando la caída de un sueño.
¿Un nuevo comienzo? Con la llegada de entrenadores como Quique Setién y Jordi Vinyals, el fútbol chino intenta darse una segunda oportunidad. Estos entrenadores están incorporando un enfoque en el desarrollo de talentos locales, buscando construir una educación futbolística robusta. Setién, que regresa al banquillo tras su paso por el Villarreal, y Vinyals, que ha dirigido al Zhejiang durante casi cuatro años, representan la transición hacia un modelo más sostenible, centrándose en la cantera en lugar de llenar las arcas con fichajes estratosféricos.
A pesar de las lecciones amargas del pasado, China está ahora en la senda de la reconstrucción. La ambición es aún palpable, pero parece que ha ganado en madurez. ¿Logrará finalmente alcanzar el sueño de Jinping de ver a su país brillar en el escenario mundial del fútbol? Solo el tiempo lo dirá.