El ambicioso megaproyecto de Donald Trump para competir con China en el ámbito de la inteligencia artificial (IA) ha provocado un inesperado choque entre el nuevo presidente de EE.UU. y uno de los titanes tecnológicos, Elon Musk. Conocido como Stargate, este proyecto busca acelerar una inversión privada de 500.000 millones de dólares en la infraestructura necesaria para el desarrollo de la IA en Estados Unidos.

Durante una espectacular presentación en la Casa Blanca, en presencia de figuras clave como Sam Altman de OpenAI y Larry Ellison de Oracle, Trump destacó que Stargate permitirá crear "la mayor infraestructura de inteligencia artificial de la historia". Este ambicioso plan incluye la formación de una joint venture entre varios gigantes tecnológicos, comenzando con una inversión inicial de 100.000 millones de dólares, que se espera aumente en los próximos años.

Sin embargo, Elon Musk, conocido por su rivalidad con Altman y por ser una figura influyente en la administración Trump, ha cuestionado públicamente la disponibilidad de esos fondos. En un tweet explosivo, Musk insinuó que SoftBank, uno de los inversores principales, sólo ha asegurado menos de 10.000 millones de dólares, lo que añade incertidumbre al proyecto. ¿Es este el primer indicio del fracaso de Stargate?

La respuesta de Altman a Musk fue directa: "Incorrecto, como seguramente sabrás. ¿Quieres venir a visitar el primer centro que ya está en marcha?" Aparentemente, OpenAI ya tiene avances concretos, lo que plantea un desafío a las afirmaciones de Musk. Además, Altman subrayó que lo que beneficia al país no siempre es lo que beneficia a las empresas de Musk, pidiendo un mayor compromiso con el interés nacional.

Esta disputa llega justo después de que Trump decidiera revocar una orden de Joe Biden que buscaba regular las tecnologías de IA para prevenir riesgos a la seguridad nacional. La revocación de esta orden ha generado preocupación entre los expertos, quienes advierten que la falta de controles puede conducir a un desarrollo irresponsable de la IA, especialmente en sectores críticos como la defensa y la economía.

Por si fuera poco, la pelea entre Musk y Altman no es nueva. Desde que Musk se separó de OpenAI en 2018, ha presentado numerosas demandas contra la compañía detrás de ChatGPT, lo que refleja las tensiones en el sector tecnológico.

Así que, ¿qué significa realmente este enfrentamiento para el futuro de la inteligencia artificial en EE.UU.? ¿Podría ser que esta rivalidad afecte la inversión necesaria o, por el contrario, impulse a los involucrados a acelerar los desarrollos? Estaremos atentos a los próximos capítulos de esta apasionante saga que está moldeando el futuro tecnológico del país.